El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, planteará en su encuentro de hoy en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la agilización de diversas inversiones que rondarían los 3.400 millones de euros. Además, se tratará como tema estrella, pero sin cuantificar aún, la puesta en marcha de un plan especial de empleo para Extremadura, petición que desoyó en su día el expresidente Aznar.

De este modo, se abordarán las obras del AVE, que en su tramo extremeño costarían 1.900 millones de euros, y cuyos tramos se encuentran aún en fase de estudio. Relacionado con este tema se situaría la imprescindible mejora de la red ferroviaria convencional, para la que el Ejecutivo extremeño calcula que la inversión rondaría los 150 millones de euros.

También en el apartado de infraestructuras, la reunión pretende dar un impulso a la Autovía de la Plata, donde queda pendiente una inversión aproximada de 400 millones de euros, aunque la actuación está condicionada por el hecho de que los tramos ya están en su mayoría contratados y con fecha de terminación, que harían concluir las obras en junio del 2007.

PLAN DE EMPLEO Donde, sin embargo, sí podría lograrse una agilización de los procesos es en las autovías Trujillo-Cáceres y en la que unirá Mérida con el Levante, que aún están en sus primeras fases de tramitación.

Por último, en lo que se refiere a inversiones cuantificadas, Ibarra y Zapatero abordarán las obras del plan hidrológico, donde aún faltan por invertir en torno a 900 millones de euros, y para las que existe el compromiso del presidente del Gobierno de que no se verán perjudicadas por la decisión de paralizar otras actuaciones del plan, como el trasvase del Ebro.

El otro apartado relevante de la agenda lo constituye la puesta en marcha del plan especial de empleo para la región. Con él se pretende paliar una situación que, según los datos de la EPA, eleva al 17% la tasa de paro extremeña, que para el caso de las mujeres llega al 27,3%.

El presidente extremeño justifica la necesidad de una atención especial a la región en circunstancias como que Extremadura ha quedado históricamente excluida de los planes de desarrollo que sí beneficiaron a otras zonas y permitieron su despegue, y que la región está viviendo una verdadera reconversión agraria encubierta que expulsa a trabajadores del campo sin darles alternativa.