La actividad de Iberdrola en Extremadura durante los últimos ocho años ha supuesto un impacto económico de mil millones de euros. Alrededor del 60% de esta cantidad, más de 400 millones, corresponden a las inversiones realizadas en las áreas de generación y distribución, y alrededor de 170 millones de euros se han destinado a las compras realizadas a casi un centenar de empresas extremeñas, según la eléctrica. Además, el impacto fiscal que ha supuesto la actividad de la empresa ha superado los 250 millones de euros.

Con estas cifras, Iberdrola se consolida como uno de los motores de la economía regional. Gracias a este desembolso, que entre otras cosas ha permitido la puesta en funcionamiento de 11 subestaciones, más de 900 centros de transformación y alrededor de mil kilómetros de líneas eléctricas, la compañía ha logrado en Extremadura uno de sus mejores índices de calidad del suministro. Durante el 2009 alcanzó una calidad de servicio récord al reducir el Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada hasta las 1,15 horas, lo que supone una mejora del 75% respecto a los niveles de calidad registrados en el 2001. Este año espera alcanzar una producción eléctrica de 11.500 gigavatios por hora y acumular una inversión total de 75 millones para mejorar sus instalaciones.