Es proveedor de todas las compañías eléctricas españolas; desarrolla proyectos en Kenia, Marruecos o Panamá; y ultima la construcción de la primera fase de sus nuevas instalaciones, en la que invertirá unos siete millones de euros. En palabras de su director general, Luis Felipe de la Morena, Imedexsa esta consiguiendo "vadear la crisis con agilidad y flexibilidad". ¿La receta?, no haberse quedado parados y seguir encontrando nichos de mercado, ya sea en nuevos sectores o en otros países, e "invertir en desarrollo e innovación".

Imedexsa se dedica fundamentalmente a la fabricación de torres de electricidad. Dentro de su sector es una de las principales empresas españolas y suministra tanto a Red Eléctrica de España como a las compañías distribuidoras (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, etcétera...). Y eso que, resalta de la Morena, "empezamos desde el último lugar. En 1995 esta empresa estaba en suspensión de pagos". Una apuesta clara por la calidad y la innovación, seriedad en el trato con los clientes o la permanente formación de su plantilla son algunas de las razones que da este ingeniero industrial para explicar el crecimiento experimentado por Imedexsa en esta década y media. Una evolución que les ha llevado a ser en estos momentos, asegura de la Morena, la única empresa española capaz de ofrecer cualquier tipo de estructura metálica que le solicite una compañía eléctrica.

Imedexa también produce estructuras para iluminación y telecomunicaciones y catenarias para ferrocarril (aporta todos los postes de la línea de alta velocidad que une Barcelona y la frontera francesa, por ejemplo). El de las energías renovables es otro de los sectores en los que centra su trabajo. Dentro de este campo, ya ha suministrado elementos a la multinacional española Samca para la construcción de una termosolar. Además, gestiona una planta fotovoltaica de 800 kilovatios en Casar de Cáceres y otra eólica de 14 megavatios en Albacete.

De la Morena se muestra convencido de que "aún existen oportunidades de negocio y nosotros queremos estar en ellas". Entre los proyectos de futuro que se plantea están los de formar empresas con otros socios en países de Asia y de Latinoamérica con el fin de abordar estos mercados y el de convertirse en proveedor del operador del sistema eléctrico marroquí.

El director general de Imedexsa admite que la forma en la que está sobrellevando la actual coyuntura económica convierte a esta empresa en "un bicho raro". "Aquí no se ha rebajado para nada el nivel de empleo", resalta. Precisamente, de la Morena incide en la implicación y en la formación de su plantilla, compuesta por más de un centenar de empleados, y en que "todo el personal ha salido de la Uex o de las escuelas de FP de la región". Presume de unos empleados "que no paran de inventar para trabajar más rápido y con más calidad". Así, de su oficina técnica han salido programas propios para el cálculo de líneas eléctricas o de ingeniería de sistemas de información cartográfica. También han sido la primera empresa del sector en desarrollar un sistema de código de barras para las estructuras metálicas. Y tampoco escatima elogios para sus operarios. "Tenemos los mejores soldadores y trabajadores del metal de España", asevera.

Ubicada actualmente en Casar de Cáceres, Imedexsa ultima su traslado a unas nuevas instalaciones en Santiago del Campo. Allí ha adquirido 140.000 metros cuadrados de superficie, de los que se acabarán edificando unos 45.000. En una primera fase, que estará lista previsiblemente después del verano, se adecuará la nave principal (unos 15.000 metros). En la segunda etapa se construirá una planta de galvanizado en caliente y para la tercera quedará la edificación de seis naves de 25 por 150 metros cuadrados. "Este es un proyecto a largo plazo, que puede durar en torno a cinco años, en función de cómo vaya comportándose el mercado", cuenta de la Morena, que indica que las nuevas instalaciones le permitirán hacerse cargo de proyectos de mayores dimensiones, al incrementarse la capacidad de almacenaje y también afianzarse en mercados como los de la energía termosolar, la subestaciones o las estructuras de naves.