Los cultivadores de pimentón de la Vera reducen el número de hectáreas en los últimos años debido a la importación masiva de pimientos secos procedentes de Perú, Sudáfrica y Zimbawue, que facilitan la producción de falso pimentón de la Vera, según recoge la agencia Europa Press.

Esta reducción de hectáreas plantadas va de las 38.000 existentes a finales de los años 70 a 1.336 actuales. Esta disminución, unida a la importación de pimiento seco de terceros países, pone en apuros la continuidad de algunas empresas. Así se plasma en la revista Caudal de Extremadura, donde se indica que las importaciones de pimentón de estos terceros países superan las 25.000 toneladas anuales.

El texto se hace eco de un trabajo reciente elaborado por expertos de la Universidad de Extremadura, encabezados por la catedrática Teresa de Jesús Bartolomé, que señala que la disminución de la superficie plantada se debe "a la entrada masiva de pimientos secos de otras zonas del mundo, capaces de producir mucho más barato que los agricultores veratos, proporcionando elevadísimos márgenes de rentabilidad a aquellos industriales que basan su producción en la mezcla de éstos con los pimientos producidos y secados en La Vera al modo tradicional".

La producción fraudulenta de falsa pimentón de La Vera es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la Denominación de Origen Pimentón de La Vera que ampara 50 términos municipales y 12 industrias, y más de 900 hectáreas de las variedades Jaranda, Jariza, Jeromín y Bola.

La publicación explica además que, en los últimos años, estudios científicos han logrado caracterizar los componentes del color, los perfiles de proteínas y el análisis de los ácidos nucleicos del pimentón para perseguir este tipo de fraudes, incluso en mezclas inferiores al cinco por ciento.

No obstante, las principales empresas de embutidos del mercado español siguen usando Pimentón de la Vera para elaborar sus líneas de producción más selectas, desde Campofrío a Joselito.