Se llama plusvalía o Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana y es el tributo que los ayuntamientos cobran a los contribuyentes cuando éstos llevan a cabo la venta de una vivienda. "Y lo que no tiene sentido es que esta tasa se tenga que abonar al mismo nivel que se hacía cuando estábamos en pleno boom inmobiliario. En aquel momento sí se generaba una ganancia en la operación, pero ahora, diez años después, lo que se producen son pérdidas porque el inmueble tiene menos valor que antes", manifiesta Lali Bermejo, portavoz de la Unión de Consumidores (UCE) de Extremadura.

Esta entidad presentó ayer un informe sobre la citada plusvalía -- que se calcula sobre el valor catastral del suelo de la vivienda y el número de años que se ha tenido en propiedad-- para mandar un mensaje claro: "Si una persona tiene que vender una casa por el motivo que sea --principalmente económico-- y no se está generando ninguna ganancia sino todo lo contrario, una minusvalía, que sepa que puede reclamar para no tener que abonar ese dinero a los ayuntamientos, porque el impuesto hace referencia al aumento del valor, y en la mayoría de los casos lo que ha ocurrido es que la vivienda ha bajado su tasación en el mercado", explica Bermejo.

SENTENCIAS FAVORABLES "Animamos a los contribuyentes a que reivindiquen porque cada vez hay más sentencias favorables, por ejemplo, del Tribunal Superior de Justicia de Madrid", apostilla la portavoz de la UCE.

¿Cuánto cuesta este tributo municipal en Extremadura? La cuantía varía hasta en un 150% según la localidad. El estudio de la Unión de Consumidores analiza las ocho con más población de la comunidad y el resultado es que la ciudad más costosa es Cáceres, seguida de Don Benito y Almendralejo. Asimismo, existe una gran diferencia entre la capital cacereña, donde este impuesto vale 4.785 euros, y la más barata, Navalmoral de la Mata, donde la cuantía se queda en 1.944 euros. La media de estos ocho municipios --donde vive el 70% de la población extremeña-- es de 4.000 euros.

Para llegar a estos números, tal y como explican desde UCE, se ha puesto como ejemplo una vivienda que se compró nueva al promotor el 1 de julio de 2006 por 140.000 euros y que ahora en agosto de 2016 sus propietarios (al no poder hacer frente por más tiempo al pago de las cuotas hipotecarias) la han decidido vender por la misma cantidad: 140.000 euros. En este caso, el valor catastral del suelo de la vivienda sería de 50.000 euros, y en base a esa cantidad se ha calculado el tributo en cada una de las ocho localidades.

"Lo más llamativo con estos parámetros es que si este impuesto lo liquidásemos en Madrid, comunidad autónoma con una renta per cápita muy superior a la nuestra, la plusvalía a pagar sería de 3.625 euros, es decir, nos costaría más barato que en Cáceres, Don Benito, Almendralejo, Mérida o Plasencia", agrega la portavoz de la UCE.

Bermejo pone también el foco en las viviendas que se compraron dentro del Plan 60.000: "Resulta que has adquirido uno de estos pisos, te quedas en paro y te ves en la obligación de venderlo después de llegar a un acuerdo con la Junta de Extremadura. Ya has pagado 10.000 euros de hipoteca y encuentras a un comprador que te ofrece 50.000. Tal y como está el mercado, aceptas, de manera que no estás generando ninguna ganancia. Pero los ayuntamientos te cobran una media de 2.000 euros por el impuesto de plusvalía".

Para defender aún más su teoría, desde la Unión de Consumidores de Extremadura recuerda que España es el tercer país del mundo donde más ha bajado el precio de la vivienda desde el inicio de la crisis.