Los Barruecos, la mina de La Jayona y las cuevas de Fuente de León y Castañar de Ibor forman el catálogo de monumentos naturales de Extremadura. Unos espacios esculpidos por la naturaleza y que, al igual que los que levantó el hombre hace siglos, se han convertido en un atractivo turístico más de la comunidad autónoma, aún insuficientemente explotado.

Según los datos aportados en la Asamblea por el director general de Turismo, José Villa, a lo largo del año pasado estos cuatro espacios fueron visitados por algo más de 47.000 personas, de forma que entre todos solo lograron atraer aproximadamente a la mitad de gente que el espectacular Parque Nacional de Monfragüe (83.819 visitantes). Villa destacó además, en un debate celebrado en una comisión de Turismo, que la Junta está invirtiendo para adecuar y mejorar estos entornos, que reciben un trato preferencial.

Así, entre el 2004 y el 2007 la Junta invirtió 50.000 euros en la cueva de Fuentes de León (que recibió el año pasado 2.431 visitas); 668.151 euros en el espacio de los Barruecos (28.492 turistas); 1,17 millones en La Jayona (15.164 visitantes) y 142.297 euros en la mina de Castañar de Ibor. Esta última solo recibió el año pasado 1.020 visitas por el "mimo" de Turismo, que dosifica las entradas en la misma.

Por su parte, la diputada del PP Teresa Cepeda abogó por elaborar guías turísticas específicas de estos espacios, que a su juicio son "poco conocidos".

La mina de La Jayona se encuentra enclavada en la Campiña Sur, en el término municipal de Fuente del Arco. Se cree que ya fue utilizada en época romana, aunque su verdadera explotación tuvo lugar entre 1900 y 1921.

En cuanto a las Cuevas de Fuentes de León, son las más importantes de la región en términos geológicos debido, especialmente, a que están enclavadas en una zona kárstica.

Los Barruecos, cerca de Malpartida de Cáceres, ocupan una extensión de 316 hectáreas en las que destacan sus espectaculares rocas de formas redondeadas. Por último, las cuevas de Castañar de Ibor combinan una gran belleza natural con un medio especialmente frágil, por lo que las visitas están muy controladas.