El mando directivo del Plan Infoex dio por controlado, ayer a las ocho de la tarde, el incendio declarado el domingo en el paraje conocido como el Collado de las Yeguas , en la Garganta de los Infiernos. Las llamas afectaron sobre todo a superficie de matorral aún por determinar, aunque varios testigos apuntan que puede ser similar a la del fuego del pasado 4 de septiembre, cuando se quemaron 284 hectáreas en esta misma zona.

A primera hora de ayer, los medios aéreos retomaron las labores de extinción, dada la elevada dificultad de acceso al área afectada por el fuego. Así, tres helicópteros y el avión de coordinación del Infoex, junto con dos hidroaviones y el Kamov de gran capacidad del Ministerio de Medio Ambiente, se ocuparon de arrojar agua a los tres frentes que, según detalló la Consejería de Desarrollo Rural, continuaban humeantes o provocando pequeñas llamas a intervalos.

VIGILANCIA Asimismo, dos retenes, la coordinadora de la zona y un agente de Medio Ambiente participaron en la extinción, de forma que a última hora de la tarde no se encontraban puntos de actividad importante. No obstante, el Infoex dispuso que varios retenes de vigilancia permanecieran en la zona durante la madrugada, a la espera de la evolución que presente hoy el fuego hasta darlo por extinguido.

La intensa actividad de los equipos de extinción, junto a las favorables condiciones meteorológicas de la jornada de ayer, logró impedir el avance de las llamas, cuya virulencia era considerablemente menor que el día previo, cuando se declaró el fuego. Así lo confirmó el presidente de la Junta Rectora de la Reserva Natural, Eduardo Alvarado, que se desplazó a la zona afectada para comprobar la evolución del incendio.

"Todavía no es posible calcular los daños --declaró--, pero sí que debemos condenar sin paliativos un suceso que, una vez más, ha sido intencionado". Para Alvarado, que rehúsa pronunciarse acerca de la posible autoría del incendio, la sociedad debe concienciarse de los graves perjuicios que suponen este tipo de actos, para evitar cualquier atisbo de permisividad.

En cuanto a las especies animales, no es posible establecer en qué medida pueden haberse visto perjudicadas. Sin embargo, Emilio Muñoz, presidente de la sociedad Sierra de Particulares, que aglutina a los propietarios de la zona, confirmó que ninguno de sus miembros sufrió pérdidas en sus rebaños. La peor parte se la llevan, por tanto, los cazadores de la Sociedad Deportiva de Jerte, ya que gran parte de su coto fue pasto de las llamas.