Ocho medios aéreos apoyados por diez retenes terrestres, ocho camiones y dos bulldozer se afanaban ayer en controlar y extinguir el incendio declarado en la noche del viernes en la sierra de Arroyo de San Serván. El fuego ha arrasado 500 hectáreas de matorral, monte bajo y encinas, y, aunque las llamas no eran visibles desde por la mañana y se había perimetrado el incendio, los efectivos refrescaban la zona para controlar los numerosos puntos calientes detectados y proceder a declarar el fuego como estabilizado.

La llegada de la noche obligó a la retirada de los medios aéreos, aunque los retenes permanecieron en la zona para evitar que las llamas se reprodujeran.

Las llamas en la sierra durante la madrugada del viernes al sábado. (Cruz Roja)

El fuego se inició sobre las 21.00 horas del viernes en ocho puntos distintos de la sierra, lo que, a juicio de los vecinos, hace pensar que ha sido intencionado, aunque la Guardia Civil sigue investigando el origen y el hecho de que es el tercer año consecutivo que esta sierra es pasto de las llamas.

Dada la cercanía a 50 viviendas, los responsables del plan Infoex optaron por declarar el nivel 1 de peligrosidad y desalojar las casas. El propio presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, desde su cuenta de Facebook, pidió a los ciudadanos que no asumieran riesgos personales y atendieran a las pautas de las autoridades: «Ruego que nadie, por duro que sea, quiera acudir a los chalets de la zona del incendio. Está muy vivo y es muy importante que ningún ciudadanos asuma riesgos personales».

Por su parte y ante la tensión y el nerviosismo que se vivían, el 112 de Extremadura, a través de Twitter, recomendó a la población que para «dejar trabajar a los medios de extinción, eviten taponar accesos a la zona del incendio».

No obstante, las casas no se vieron afectadas salvo en pequeños incidentes como la quema de toldos, la suelta de animales o un leñero con 10.000 kilos de leña, tal y como confirmó el director general de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, Pedro Muñoz, desde el centro de operaciones del fuego, en la ermita de San Isidro de Calamonte, que describió la noche como «larga y difícil, y los esfuerzos se dirigieron a proteger las viviendas diseminadas por la zona». Estas edificaciones, según el edil de Calamonte, Eugenio Álvarez, son de fin de semana o de campo y eso contribuyó a que no hubiera muchos vecinos.

HORAS TENSAS / Según informa la agencias Efe y Europa Press, los alcaldes de Calamonte y Arroyo, Eugenio Moreno, reconocieron que se vivieron horas muy tensas y alabaron la labor de los efectivos de seguridad y extinción.

Moreno denunció que el área donde se inició el fuego «viene sufriendo este proceso de quemar la sierra» desde hace varios años y Álvarez reconoció que «lo más importante es que no ha habido daños personales. Yo no puedo afirmar nada de eso, pero en la calle está».

En cuanto a esta denuncia velada de los alcaldes y vecinos, el director general de Medio Ambiente reconoció que «lógicamente comentan (los vecinos) que es muy raro que ocurra tres años seguidos, a la misma hora y en el mismo sitio», pero apostilló que será la investigación de la Guardia Civil la que determine las causas.