Un incendio, que se originó sobre la una de la madrugada de ayer lunes, ha arrasado alrededor de 100 hectáreas en el municipio cacereño de Gata. Así lo confirmó el propio alcalde, Miguel Angel García, que detalló que, según una primera estimación, se habrían quemado unas 75 hectáreas de pinares y el resto corresponde a monte bajo y olivares, aunque son cifras que se concretarán en las próximas horas. El alcalde explicó que las llamas se originaron a unos 600 metros de distancia de donde se encuentran los depósitos de agua potable que abastecen a los habitantes del pueblo. Reconoció que en un primer momento el fuego alarmó a la población dada la cercanía de las llamas, que incluso motivó que la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio declarara, durante unas horas, el nivel 1 de peligrosidad.

Sin embargo, afortunadamente, con el paso de las horas "cambió la dirección del viento" lo que llevó a que el fuego se dirigiera al interior del monte y, por tanto, al lado contrario de donde se encontraban las primeras fincas y casas. "Esto nos alivió bastante", confesó el alcalde que además dijo estar convencido de que el fuego "ha sido muy intencionado", aunque matizó que habrá que esperar a que lo confirmen las investigaciones que se están llevando a cabo sobre el terreno.

Durante toda la noche y madrugada del domingo al lunes, el personal desplazado hasta el lugar trabajó de manera intensa en las labores de extinción lo que permitió que el fuego quedara totalmente controlado en la mañana de ayer y casi extinguido. No obstante, según apuntó el alcalde, parte del personal ha permanecido la noche del lunes al martes "únicamente como medida de prevención y para controlar posibles efectos que puedan tener las rachas de viento sobre las llamas", afirmó. Finalmente, se mostró satisfecho de que no se hayan registrado daños personales.

En concreto, en las tareas de extinción han participado efectivos del Plan de Lucha Contra Incendios Forestales de Extremadura (Plan Infoex), agentes del medio natural y coordinadores de zona, cinco camiones y tres dotaciones del Sepei de la diputación. Asimismo, siete retenes, bulldozer, varias patrullas de la Guardia Civil y los puestos de mando avanzado del Infoex y de Protección Civil. A este personal se sumaron los dos hidroaviones procedentes de las bases de Talavera la Real en Badajoz y Torrejón de Ardoz en Madrid que pudieron empezar a trabajar a primera hora de la mañana con la luz del día. También acudieron a la zona una ambulancia de la Cruz Roja con personal de Garrovillas de Alconétar y Cañaveral que afortunadamente no tuvieron que actuar ni realizar ninguna evacuación, según explicó Pilar Bravo, miembro de Cruz Roja de Garrovillas. También acudieron vehículos de intervención rápida del Centro de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura.

El incendio se originó en plena verbena que tuvo que suspenderse y que ponía el broche final a las fiestas de este pueblo de la Sierra de Gata que tiene 1.047 habitantes censados y que en verano alcanza los 3.000 vecinos.