El número de incendios forestales en Extremadura se ha reducido a la mitad durante el último año, a pesar de que el pasado verano se daban las condiciones idóneas para la proliferación de los fuegos debido a la abundante masa forestal surgida a partir de las intensas lluvias del invierno y la primavera y las altas temperaturas que se registraron durante los meses de julio, agosto y septiembre. Una caída que sin duda, podría estar relacionada con la disminución del 38% en el número de incendios intencionados o provocados por el hombre.

Así se desprende de las estadísticas sobre incendios correspondientes al año 2010 que el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, presentó ayer. Datos que contemplan que desde el uno de enero del 2010 y hasta el 15 de este mes se han registrado un total de 523 incendios forestales en Extremadura, un 51% menos que en último decenio, en el que se han producido en total 1.070 fuegos. Esto significa que a pesar de los factores favorables a la propagación de las llamas, la superficie total quemada, que asciende a 2.358,24 hectáreas, se ha reducido un 84%.

Según Navarro, se trata de "unos datos muy buenos que probablemente no vuelvan a repetirse, y que muestran que las labores de prevención y vigilancia están dando resultados", puesto que la reducción del número de fuegos en Extremadura es casi 14 puntos mayor que en el resto del país, donde el descenso es del 37,6%.

El consejero también ha destacado que el 61% de los incendios producidos han sido conatos --apenas han arrasado una hectárea-- y que durante el pasado verano solo se produjeron tres casos importantes en Guijo de Galisteo, Cáceres y Oliva de la Frontera que "no llegaron a ser grandes incendios".

MENOS ACCIDENTES Con respecto a las causas, además de reflejar un descenso considerable en el número de fuegos intencionados, las estadísticas presentadas por Navarro también recogen un descenso del 82% en los incendios de causa desconocida y en los provocados por negligencias o accidentes, que se reducen un 45%. Sin embargo, aumentan más de la mitad, un 55%, los producidos por rayos.

Así, Navarro destacó que "afortunadamente, los datos han sido muy buenos" y a pesar de señalar los factores adversos como el aumento de la masa forestal y las altas temperaturas registradas durante los días y noches de verano, el consejero afirmó que la humedad de la masa vegetal ha favorecido estos resultados al dificultar la propagación de las llamas.

PREVENCION Señaló también que estos datos "se deben a los trabajos de prevención hechos durante el inverno y la primavera y a la eficacia de todo el personal que se dedica a la extinción de incendios". El consejero destacó así el trabajo de los agentes del Seprona, del personal de Infoex y de todos los bomberos de la región.

Pero sin embargo, abogó por seguir trabajando en la misma línea, "ya que en materia de lucha contra incendios forestales, nunca se puede presumir porque los resultados dependen de circunstancias ajenas y en cualquier momento puede ocurrir que los datos sean peores, ya que según predijo, es muy difícil que vuelva a repetirse un año tan bueno como este".

El mayor número de incendios se ha registrado "con diferencia" en la zona de Ambroz-Jerte-Tiétar, "seguida a bastante distancia" por La Serena y Sierra de Gata. Sin embargo, la mayor superficie quemada en relación con la extensión se ha registrado en la capital cacereña.