La seca se produce cuando las raíces finas de encinas y alcornoques son ocupadas por una especie de hongo que puede acabar con la vida del árbol. Las altas temperaturas y la humedad son los factores determinantes para su aparición, así como la proximidad al mar.

Según Miguel Elena, director general del Instituto del Corcho (Iprocor), la seca no ha aumentado su incidencia en la región en los últimos meses y los focos existentes están estabilizados. Aunque no hay cura para la enfermedad, existen prácticas preventivas, como los tratamientos de corrección de las condiciones del suelo y las inyecciones, siendo estas últimas aún objeto de investigación. Elena coincide con el consejero de Agricultura, Juan María Vázquez en que la seca solo afecta al 1% de la superficie total arbolada, teniendo en cuenta que solo se puede tener constancia de ella una vez que los síntomas son evidentes.

A nivel nacional, los focos más activos se encuentran en la provincia de Cádiz y en las zonas de alcornocal del centro y el sur de la Península. En Portugal, la incidencia también es mayor que en la región