El crematorio del Cementerio de la Soledad de Badajoz acogió ayer la incineración y posterior entrega de las cenizas de los restos óseos de 16 vecinos de las localidades pacenses de Alburquerque, San Vicente de Alcántara y Villar del Rey, encontrados en la fosa común de la mina de Valdihuelo, ubicada en el término municipal de San Vicente.

Estos restos fueron los primeros en ser exhumados en la región, en el año 2002. Por ello, el acto de ayer se convirtió en un homenaje que los alcaldes de estas localidades rindieron "en memoria de todos los fallecidos y desaparecidos y represaliados de la Guerra Civil", según recoge la Agencia EFE.

Tras la incineración, a la que también asistió el coordinador del proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura, Cayetano Ibarra Barroso, las cenizas fueron entregadas a los representantes de las tres administraciones municipales. Angel Vadillo, alcalde de Alburquerque, recordó que, tras un arduo proceso, no se han podido identificar a las personas arrojadas en la fosa, puesto que los restos se encontraban "en muy mal estado" y mezclados con restos de animales, además de deteriorados por el fuego y el agua. Según reveló, fueron asesinados con granadas explosionadas dentro de la fosa.