La Junta de Extremadura ha manifestado, a través del consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, su preocupación por el incremento que se está registrando durante los últimos años de la violencia verbal y física contra los profesionales sanitarios. El dirigente de la Administración regional manifestó en la inauguración del I Congreso Extremeño de Atención Primaria que este comportamiento "es moneda de uso común".

Fernández Vara explicó que el problema de agresividad verbal o física contra los profesionales de la Sanidad era algo "impensable" hace una década y ahora ocurre "con relativa frecuencia".

Esta situación ha provocado que en muchos centros de salud se vean obligados a tomar medidas de seguridad, como la instalación de cámaras de seguridad y la contratación de vigilantes.

El consejero no hizo público los nombres de las zonas sanitarias más conflictivas "para no estigmatizarlas", aunque sí adelantó que se trata habitualmente de medios urbanos de tamaño medio donde la presión asistencial "es altísima". Sin embargo, sí anunció que realizarán esfuerzos en ciudades como Almendralejo y Don Benito para "suavizar estas posibles situaciones".