Las industrias extremeñas han multiplicado por cinco su facturación a lo largo de la última década y su cifra de negocio rondó el año pasado los 2.800 millones de euros. Además, en este periodo el número de empresas con sede en la región se ha disparado y prácticamente ya hay presencia de todos los sectores.

El último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la facturación de las industrias extremeñas refleja el fuerte crecimiento de la comunidad en los últimos años. En 1993 el negocio de la industria regional se situó en 532 millones de euros, y más de la mitad se concentraba en empresas de alimentación, bebidas y trabajo.

Diez años después --el estudio del INE se refiere al 2003-- la situación ha cambiado radicalmente. La facturación se ha multiplicado por cinco y alcanza los 2.798,3 millones de euros (más de 465.000 millones de las antiguas pesetas), a lo que hay que sumar una fuerte presencia en prácticamente todos los sectores industriales.

SECTORES DESIERTOS Y es que en 1993 había muchos sectores industriales desiertos en Extremadura. El informe del INE señala, entre otros, el material de transporte; el material eléctrico y electrónico; la producción, primera transformación y fundición de metales; las manufacturas de caucho y plástico; químicas; papel, artes gráficas y edición; y el cuero y calzado. Actualmente el sector de la industria de cuero y calzado es el único que permanece sin explorar .

Este boom industrial ha sido sostenido en este periodo y parece que podría incluso incrementarse en los próximos años debido a los proyectos que han anunciado su instalación en Extremadura. Desde la mina de níquel de Aguablanca a la cementera de Alconera pasando por alguna central térmica de ciclo combinado en la comarca de Mérida y una refinería.

A día de hoy el macrosector industrial de alimentación, bebidas y tabaco sigue siendo el más fuerte, y el año pasado superó por primera vez los 1.000 millones de euros de facturación. Le siguen, por este orden, la energía eléctrica, gas y vapor (651,78 millones); los productos minerales no metálicos (207,2) y la producción, primera transformación y fundición de metales.

Como no podía ser de otra forma, el despegue de la industria extremeña ha estado acompañando en este periodo por un imparable aumento del censo empresarial. Sólo en los últimos cinco años se han creado en la comunidad extremeña cerca de 12.000 nuevas empresas, incrementando el censo un 25% hasta las 58.300 compañías.

Aún así, el principal problema sigue siendo que la mayoría de ellas no tienen asalariados. Por sectores, el comercio al por menor es el más importante con 14.000 empresas, aunque el auge económico de la región extremeña se deja sentir, entre otras cosas, en el volumen de compañías dedicadas a los distintos ámbitos que afectan a la construcción (7.600).