"Hoy, gradualmente, estamos llegando de la sociedad de la información a la sociedad de los sueños, la sociedad de los valores y las emociones. En una estábamos apelando a la mente, en ésta, al corazón". Con estas bases, Rolf Jensen, ponente estrella de la segunda jornada, artículo un discurso en el que llamó a romper con los valores racionales para atender a los emocionales.

A su entender, hoy somos más ricos que las generaciones anteriores, y el mercado ya no demanda sólo bienes materiales, sino, sobre todo, la cobertura de necesidades emocionales, entre las que citó el amor, el reconocimiento y la libertad.

Precisamente es hacia ahí hacia donde deben orientarse los negocios del futuro, puesto que, para Jensen, el valor del producto ya no residirá tanto en su calidad como en lo buena que sea la historia que se cuente. Así, si en el siglo pasado ganaron los mejores productos, en el actual ganarán las mejores historias. Con ello, el mercado derivaría así hacia una especialización basada en las emociones.