Un estudio desarrollado por el Consejo Económico y Social (CES) revela que el nivel de fraude en el subsidio agrario --protección social sólo existente en Extremadura y Andalucía-- ha sido de al menos el 30% desde su creación. El informe, elaborado por profesores universitarios de las dos comunidades autónomas, apunta que uno de cada tres perceptores de esta prestación "nunca estaría dispuesto a aceptar un trabajo en este sector".

En el caso concreto de Extremadura, esto supone que de los algo más de 28.000 extremeños de media que desde 1984 cobran mensualmente esta ayuda a través de sus diversos nombres, en torno a 8.400 no estaban relacionados con el sector agrario pese a que figuraron en los registros como desempleados agrícolas. En este grupo se engloban, principalmente, las mujeres e hijos de los trabajadores del campo. Esta circunstancia ha posibilitado durante años que varios miembros de una misma familia disfrutasen de la ayuda pese a que únicamente el cabeza de familia pertenecía al sector.

El coordinador del estudio, José Manuel Cansino, apunta que esta situación claramente fraudulenta "se compensa" si se tiene en cuenta que los recursos públicos destinados al subsidio agrario "están por debajo de cualquier otra protección otorgada en el territorio nacional".

OPINION NEGATIVA Para Cansino, una de las conclusiones de esta investigación es que este modelo presenta unas características únicas en España "frente a las medidas puestas en marcha, por ejemplo, durante la reconversión industrial", lo que "explica que en el resto de regiones haya una opinión negativa del subsidio agrario".

Por otra parte, este informe, recogido en el último boletín informativo de la Universidad de Extremadura, apunta que entre 1984 y el 2001 un total de 233.500 personas residentes en Andalucía y Extremadura se han beneficiado del régimen de Protección Social Agraria. La comunidad andaluza concentra al 87% de los perceptores y la extremeña al 13% restante.

También destaca el estudio el "espectacular incremento" del número de personas acogidas a este sistema desde su puesta en marcha, hasta el punto de que la bolsa de beneficiarios ha crecido un 21,41%.

En opinión de Cansino, esta variable debe estudiarse también por sexos teniendo en cuenta que "el número de mujeres aumenta extraordinariamente desde 1996 hasta la actualidad", alcanzado un incremento del 500% frente a los hombres. Por último, pone de manifiesto que hay una "notable tendencia al envejecimiento" entre los perceptores del paro agrario.

Entre los expertos que han colaborado está el sociólogo de la Uex Artemio Baigorri.