Si hay que hacer caso de las cifras oficiales, e interpretarlas literalmente, Extremadura sería un caso realmente extraño en España, y, seguramente, único en Europa. Y es que, según estos datos, en la región hay más inmigrantes con sus permisos de residencia en regla que inmigrantes a secas .

Es decir, que en Extremadura se daría la paradoja no sólo de que no haya un solo extranjero sin papeles sino que, además, un nutrido grupo (más de un millar) habrían luchado por conseguir la documentación para luego desaparecer sin dejar rastro.

Así, en los registros del Ministerio del Interior figura que, a finales del 2001, en la región estaban asentados 12.535 inmigrantes con su documentación en regla. Sin embargo, el censo del INE, realizado ese año, avala que aquí sólo residen 11.271 inmigrantes.

¿Qué puede estar pasando? La Delegación del Gobierno no parece tener respuesta, ya que se indica que este organismo sólo tiene constancia de los documentados , pero no de los que registra el INE.

Pudiese ocurrir que, simplemente, haya inmigrantes con todos sus papeles en regla que no se hayan apuntado al censo, lo que pondría en cuestión los propios datos del INE, ya que supondría un desajuste del 10% que, extrapolado al número total de residentes en Extremadura, daría 107.000 extremeños de menos.

Valga, a modo de ejemplo para ilustrar lo llamativo del caso extremeño, que en toda España figuran en el censo 462.000 extranjeros más de los que Interior tiene registrados como con papeles . En este caso, sí existe una explicación, que es que en el país habría alrededor de medio millón de sin papeles . Eso tiene su lógica; lo que pasa en Extremadura, no.