Lusográfica, que comercializa sus productos con la marca ConvexPrint, se puso en marcha a medidados del 2002, y, según su declaración de intenciones, se trató de un proyecto impulsado por el Grupo Lerner con la participación de Sofiex para instalar una planta de impresión con tecnología punta en Extremadura.

La elección de Olivenza como sede se justificó por la cercanía a Portugal, ya que la planta supondría el acceso de Lerner al mercado luso, y la ubicación en la ciudad oliventina permitía llegar rápidamente con los pedidos al cliente. De hecho se indicaba que sobre una facturación en los primeros tiempos de la planta de aproximadamente 8 millones, 4,8 millones eran trabajos para el país vecino.