La Defensora de los Usuarios del Sistema Público de Salud de Extremadura, Eva María Molinero, reclama en su memoria más personal para la institución. Desde su creación está formada por el defensor o defensora y dos personas más: un asesor jurídico y un auxiliar administrativo. «Medios que consideramos insuficientes si queremos mantener una mínima calidad del servicio al ciudadano», avisa la defensora. «Los recursos humanos son el punto más débil de la institución e insistimos en la necesidad de adecuar los mismos a la actividad que se realiza». En la memoria, Molinero explica que esta necesidad está justificada por el importante incremento de trabajo que la oficina ha experimentado en los últimos años, entre otras, «por el aumento constante de expedientes». Así, en más de una década de actividad, con los mismos recursos han pasado de atender 254 reclamaciones en el 2004 a las casi 3.000 del 2016. «Este incremento hace que tengamos que detraer de otras actividades o disminuir la calidad de la atención», avisa.