Irene García, una joven de 18 años de Mérida, no puede iniciar de mejor manera su etapa universitaria. Comparte con Alba Suárez de Badajoz, la segunda nota final más alta de selectividad de la región y se mostraba sorprendida tras conocer la noticia. Tiene un 9,65, "¡Qué bien! no me lo esperaba, creí que sacaría menos. Todos los exámenes me salieron bien, pero nunca sabes cómo te van a corregir ni quién", explicaba ayer esta alumna del Colegio María Auxiliadora. Esta puntuación le abre las puertas de la carrera que quiere hacer, Farmacia, a pesar de que las propuestas de su entorno apuesten por Medicina. "Hay gente que dice que no desperdicie la nota, pero lo que a mí realmente me gusta es la química y la biología", dice. Y lo tiene claro, así que en octubre estrenará en Madrid el plan Bolonia. Un 10 es la puntuación más alta que ha obtenido en dos exámenes de selectividad, en Matemáticas y Química, y un 9 la más baja, en Biología e Historia. Sin duda unos resultados que alegrarán el verano a ella y a toda su familia.