La vida en el complejo turístico Marina Isla Valdecañas continúa ajena al conflicto judicial iniciado hace una década. Los propietarios de los chalets constuidos siguen pasando temporadas en la isla extremeña y las viviendas que a día de hoy continúan sin dueños, siguen buscando comprador.

El portal inmobiliario Idealista.com tiene en venta casi una decena de casas del complejo destinadas a los bolsillos más pudientes del país: cada una de ellas supera los 400.000 euros. «Espectacular villa con inmejorables vistas. Dispone de seguridad 24 horas, campo de golf, playa artificial privada, piscina, club social, campo de fútbol, pistas de pádel, club de hípica y amarre para barcos. Esta propiedad ofrece un sinfín de comodidades, además de gozar de una gran privacidad y tranquilidad. Todos estos extras hacen de esta una vivienda única, con el aliciente de estar ubicada a poca distancia de Madrid», reza uno de los últimos anuncios del portal inmobiliario, actualizado el 11 de enero. Y así hasta casi una decena de publicaciones. Poco debe importar a los interesados el litigio judicial que puede acabar con todo lo construído hasta ahora en la isla, declarada ilegal.

Otra ejemplo de que el complejo mantiene su actividad habitual se encuentra también en internet, en el portal Airbnb, a través del cual se pueden alquilar algunas de estas villas de lujo entre 200 y más de 400 euros la noche, según los anuncios vigentes. También el único hotel construido en la isla (el segundo proyectado no se ha llegado a levantar) sigue aceptando reservas sin problemas. De la cadena hotelera Vincci y cuatro estrellas, cuenta con 80 habitaciones a precio medio superior a los cien euros la noche.

Así, Isla Valdecañas y sus instalaciones (un hotel, 185 villas, playa artificial, pistas deportivas, base naútica, centro hípico, campo de golf de 18 hoyos,....) sigue con su discreto ritmo de entradas y salidas de los bolsillos más pudientes del país, mientras la justicia acaba de pronunciarse definitivamente sobre la ejecución o no de la sentencia firme.

«Seguimos a la espera, a ver si Dios quiere que todo salga bien y no haya que tirar nada», ansía Elías Correas, alcalde de El Gordo, el municipio de menos de 400 habitantes donde se asienta el complejo turístico. El mandatario asegura que la construcción ha tenido un impacto «muy positivo» para la comarca: «ha creado puestos de trabajo y se nota en los bares y tiendas más movimiento».