Apesar de que aún faltan varios meses para el próximo Congreso Regional del PP, que ni siquiera ha sido convocado, el debate interno en el seno del partido ya ha comenzado. El exportavoz del PP en la Asamblea de Extremadura la pasada legislatura, Javier Casado, ha anunciado que se presentará a dicha cita con una candidatura propia para sustituir al equipo que preside Carlos Floriano, quien por el momento no ha desvelado si pretende continuar al frente del principal partido de la oposición al Gobierno regional.

El objetivo no es otro que renovar un partido que obtuvo unos "malos resultados" electorales y que, si sigue la línea actual, va a tener muy difícil derrotar a los socialistas en la próxima cita con las urnas en el 2011. En una comparecencia ante los medios a la que se presentó en solitario, dijo que cuenta con el apoyo de "muchísimos militantes", pero también alcaldes y diputados regionales, e incluso alguno "nacional". Aunque sonaron algunos nombres como el del exalcalde de Mérida, Pedro Acedo, Casado avanzó que no desvelará la identidad de ninguno de los miembros de su lista, que no está cerrada, hasta que el congreso que se celebrará previsiblemente tras el verano haya sido convocado oficialmente, lo que se espera ocurra "de manera inmediata", según las palabras del propio Floriano.

Según comentó Casado a este diario, actualmente no ocupa ningún cargo en el partido debido a las discrepancias surgidas con Floriano respecto a la estrategia política planteada para las pasadas elecciones. Así, señala que con una oposición de "buen rollito " las posibilidades de que el PP gane al PSOE en Extremadura son muy escasas. "A dar besos nos gana Fernández Vara a todos los del PP", aseguró.

Por ello, pretende integrar en una misma lista a todos aquellos militantes que no tengan "miedo" y que estén dispuestos a arriesgar haciendo una oposición "a cara de perro" contra el PSOE, en la que la lucha contra la "corrupción" y la "mala gestión de los fondos públicos" sean las principales armas para acabar con la hegemonía del PSOE.

Casado propone un PP "más regionalista y reivindicativo", que "salga más a la calle" y que sea leal con todo aquello que sea bueno para Extremadura, aunque proceda del rival político. Apuesta también por que las bases de la organización cobren mayor peso en la toma de decisiones, y por dirigir más la mirada hacia el mundo rural.