El próximo 6 de agosto se cumplirá un mes de la tragedia que acabó con la vida de un matrimonio y sus dos hijas mayores cuando practicaban barranquismo en la garganta de Los Hoyos, de la localidad de Jerte, junto a otro hijo menor. La familia, formada por José García Margallo, Macarena Guisado y sus hijas Lourdes y Macarena, residía en Don Benito y el suceso conmocionó y unió en el dolor a las dos poblaciones extremeñas. Casi un mes después, la «normalidad» y la «tranquilidad» han regresado a estos dos municipios.

Como una familia que se recupera del luto, «la vida sigue, fue un accidente y hay que volver a la normalidad», en palabras del alcalde de Don Benito, José Luis Quintana.

Alcalde de Jerte: Gabriel Iglesias, el día del suceso.

El mazazo fue mayor para los donbenitenses, al estar la familia afincada allí. Se trataba de personas muy conocidas, por eso en Don Benito, «lógicamente se les recuerda».

Sin embargo, su alcalde señala que la propia familia «quiere dar ese toque de tranquilidad y de normalidad. Ellos siguen haciendo su vida normal».

Eso sí, en el ayuntamiento, «se han recibido innumerables muestras de apoyo de otros ayuntamientos: del Valle del Jerte, de Mengabril (donde la madre regentaba una casa rural)... Incluso José Luis Quintana destaca que la Casa Real envió al ayuntamiento un escrito de condolencias dirigido a la familia porque precisamente, en el mes de enero, durante una visita del rey a la zona, una de las empresas que visitó fue la de José García-Margallo.

Cabe recordar que en el Jerte, en Don Benito y en Megabril se decretaron tres días de luto y en este último, además, el pasado día 21 se nombró hija adoptiva a Macarena Guisado.

valle de aventuras / Y de Don Benito a Jerte, donde ese 6 de julio vivieron la mayor tragedia que recuerdan en el pueblo. Sus vecinos estuvieron en todo momento pendientes de lo que sucedía y algunos, incluso, ayudaron a rescatar al padre de familia. También en esta labor colaboró una empresa de aventura de la zona.

Porque el Valle del Jerte es un enclave especialmente indicada para el deporte de aventura. Gracias a sus numerosas gargantas y barrancos, se ofertan desde escalada a rápel, descenso en canoas o piraguas, senderismo, espeleología, puenting... Todo con monitores titulados.

Es el caso de JerteXtrem, la empresa que acompañó a la familia. Con esta iba un monitor que resultó ileso, al igual que el hijo menor. Según ha podido saber este periódico, la empresa ha permanecido sin actividad desde que tuvo lugar el suceso y la ha retomado esta misma semana, dado que los amantes de las actividades de aventura no se han echado atrás y continúa habiendo demanda. «Estaban muy afectados», según ha señalado el presidente de la Mancomunidad del Valle del Jerte, Ernesto Agudíez.

En ningún momento, la empresa ha querido hacer declaraciones públicas, tampoco ahora. Solo aquel día, una de sus responsables señaló que cuentan con diez años de experiencia y que nunca habían vivido un suceso semejante.

Del mismo modo, otras empresas de la zona han continuado con su actividad, incluida la del barranquismo. Así lo han confirmado también el alcalde de Jerte, Gabriel Iglesias, y el presidente de la mancomunidad.

El primero ha señalado que hay actividad «como siempre, las empresas siguen trabajando» y el nivel de turismo tampoco se ha reducido. «Está igual que el verano del año pasado». Lo mismo constata el presidente de la mancomunidad: «está todo normal». Eso sí, debido a que las tormentas arrastraron ese día los restos de un incendio de meses anteriores, las piscinas naturales se llenaron de cenizas, aunque ya se han eliminado.

Este hecho, el que ese día las lluvias reventaran pequeñas presas que hubiera en la garganta por ese incendio, es una de las hipótesis que estudia la Guardia Civil. El cuerpo ha confirmado que mantiene todavía abierta la investigación para determinar las causas del trágico suceso. Cuando tenga sus conclusiones, las enviará al Juzgado de Instrucción número 1 de Plasencia, donde se han abierto diligencias.