Se llama Johana, tiene 4 años y está ingresada en el Hospital Materno Infantil desde el pasado mes de marzo con leucemia aguda meloblástica de alto riesgo, por lo que necesita un trasplante de médula ósea con urgencia, en el plazo de tres meses, les han dicho los médicos a los padres de la niña, Antonio Trujillo y María de los Angeles Lozano, que han lanzado un SOS pidiendo donantes sabiendo que tienen muy pocas posibilidades de que aparezca alguien cuya sangre sea compatible con la de su hija; pero dicen que si no lo es con ella, al menos que pueda servir para otros niños u otras personas adultas.

En concreto, hay una entre 40.000 posibilidades de que aparezca un donante compatible con Johana. La solicitud de Antonio y María de los Angeles no significa que no confíen en el sistema de salud, del que "no podemos más que agradecer el tratamiento médico que dan a la niña y también el humano", según manifestaron a este diario. Pero no quieren permanecer de brazos cruzados mientras se cruzan los datos de su hija con los millones que hay recogidos en el banco mundial de donantes de médula Osea y el de la Fundación Carreras.

La niña ingresó por primera vez en noviembre del año pasado, tras salir del colegio "con la cara blanca y los labios temblando, sin saber qué le pasaba; avisé a la madre y nos vinimos corriendo al hospital", explica el padre. Entonces le diagnosticaron "problemas en la médula", pero le pusieron un tratamiento y parece que Johana respondía adecuadamente. "Se quedó ahí y no rompió; la estuvieron controlando muy bien todas las semanas, hasta marzo, que fue cuando bajaron las plaquetas y los leucocitos y dio la cara la leucemia".

El SES y la Coordinadora de Trasplantes no facilitaron ayer información alguna sobre la situación clínica de la niña porque, según indicaron, no lo permite la ley y están obligados a guardar la privacidad de los pacientes.

La pequeña está en la planta de Oncología Infantil del Materno, donde continuamente permanecen sus padres o su abuela cuando éstos tienen que atender a sus otros tres hijos, dos mayores y una más pequeño que Johana. Por otro lado, el padre, que comenzó a trabajar el día en que enfermó su hija, fue despedido; "me dijeron que era mejor que me fuera a cuidar de ella y ahora estoy en paro", explicó, aunque en estas circunstancias, el empleo no es su principal problema.

Antonio Trujillo explica que han intentado una fecundación artificial para tener otro hijo que pueda ser donante, "pero no hay tiempo, el trasplante se necesita antes de los nueve meses". Los padres se han concienciado de la necesidad de ser donantes a raíz del problema de su hija, por eso llaman a que se done sangre, "porque salva vidas".