Jonathan Benítez llevaba trabajando ininterrumpidamente desde que terminó la carrera hace cuatro años, sin embargo el pasado 31 de diciembre la última empresa pública para la que trabajaba no le renovó el contrato.

Ahora, este diplomado en Empresariales por la Universidad de Extremadura, cuenta con la prestación por desempleo con la que puede pagar el alquiler del piso donde vive con su pareja en Mérida, tiene para los gastos y afirma que "no debe nada a nadie". Cada día busca ofertas de empleo por internet "durante dos horas" y ya ha sido entrevistado en dos empresas, pero "no ha habido suerte".

Pese a todo, Jonathan es optimista y piensa que "como mucho en dos meses estaré trabajando, aunque tal y como está la cosa, que está muy mal, nunca se sabe, pues hasta ahora lo he tenido todo muy fácil y es la primera vez que estoy en esta situación". Reconoce, no obstante, que está "disgustado", aunque sabe que su estado no es de los peores, y por eso seguirá buscando el trabajo que "más me interese" y, sobre todo, relacionado con su especialidad: la administración de empresas.