Los multitudinarios desfiles procesionales de toda la semana terminaron ayer con miles de emeritenses desfilando hacia la Casa de Campo para pasar la tradicional jornada del domingo de Resurrección, no sin antes, durante la madrugada del sábado al domingo, llenar las calles del centro acompañando el paso de Jesús Resucitado, con el que se han cerrado los actos religiosos de la Semana Santa en la capital extremeña.

En este sentido, y pese a la noche fría, la procesión estuvo llena de devotos desde la salida de la basílica Santa Eulalia hasta su llegada dos horas después a este mismo lugar, y que supone uno de los desfiles más bonitos y más sentidos que se pueden presenciar en Mérida.

Tras los actos oficiales, y aprovechando la climatología favorable de ayer, miles de emeritenses se desplazaron a la Casa de Campo a pasar una jornada festiva, que se desarrolló con total normalidad.

Sin embargo, las hermandades y cofradías piensan ya en las procesiones del próximo año y, después de unos pocos días de descanso, comenzarán en breve a organizar los preparativos para el 2005, de esta fiesta declarada de interés regional.