Es el político del momento en Extremadura, el gestor al que todos miran. José María Vergeles, consejero de Sanidad y Políticas Sociales, es el foco de la noticia en los últimos meses por los ataques de la oposición. Tranquilo; seguro de lo que dice, recibe a EL PERIÓDICO EXTREMADURA y apunta a un ataque personal que no le preocupa, sí la derivación que pueda hacerse hacia la sanidad pública.

--¿Qué le pasa a la Sanidad que se ha convertido en frente político?

--A la sanidad no le está pasando nada que no sea nuevo o no pueda ocurrir en otro sitio; lo que sí parece que hay un interés por parte de la oposición en hacer un uso partidista de la sanidad, pero nosotros contestamos sobre todo con hechos, tener proyectos presentes y de futuro para los extremeños, para que tengan la sanidad que se merecen. No me preocupa que se me desgaste a mi como consejero, lo que me tiene obsesionado es que se desgaste el carácter público de la sanidad extremeña; pero afortunadamente el último barómetro sanitario nos dice que no está repercutiendo en la percepción de los ciudadanos.

--¿Se considera usted el mejor consejero de Sanidad de España como dijo Fernández Vara?

--Lo que dijo el presidente es porque el año pasado una revista especializada me dio ese premio y el presidente se refiere a eso. No sé si soy el mejor o el peor consejero, lo que sí sé es que mi compromiso con la sanidad extremeña es máximo.

--Póngase nota de 0 a 10.

--El barómetro sanitario ya nos pone nota. Y si valoran con un 6,61 la sanidad en Extremadura, la mejor nota jamás obtenida por el Servicio Extremeño de Salud, es cierto que mucha parte de esa nota se debe al trabajo que realizan todos los profesionales sanitarios en la región, y a quienes se lo agradezco.

--Lo cierto es que eso no le está sirviendo a usted para ser el foco de las críticas de la oposición; incluso le han convertido a usted en protagonista de dos películas: ‘50 sombras de Vergeles’ y ‘Salvar al soldado Vergeles’.

--Me parece que habla por sí mismo del uso partidista que se está haciendo de la sanidad. Lo único que quiero preservar es que ese desgaste se produzca hacia mi persona, en ningún caso hacia el sistema sanitario público, eso sí que no me lo perdonaría. Lo del símil con las 50 sombras es un gesto de machismo que no me esperaba de un grupo parlamentario moderno. Lo que hace el PP con esa similitud es un gesto de machismo que no sé si le ha salido del subconsciente, pero me preocupa ciertamente.

--Pero usted se ha convertido en la primera persona reprobada simbólicamente por la Asamblea y desde la oposición han pedido su dimisión varias veces...

--Es cierto, pero yo tengo un proyecto para la sanidad extremeña, y en este momento está inacabado. Espero que en los próximos meses se vea mucho más cristalizado, porque hasta ahora hemos tenido que trabajar también para deshacer el desastre de sanidad que nos dejó el Gobierno del PP, y eso nos ha llevado mucho tiempo. Hemos tenido que sanear económicamente el SES; hemos tenido que desjucializar todos los procesos de oposiciones, todo lo que ha sido la construcción de la primera fase del hospital nuevo de Cáceres y de Don Benito; hemos tenido que llegar a tiempo a pagar a todos los proveedores; hemos tenido que intentar rebajar las listas de espera que nos dejaron e intentar citar a los más de 99.000 pacientes que nos dejaron sin citar... Por eso, no es que me aferre al cargo, es que todavía tengo proyectos para la sanidad que se merecen los extremeños.

--Esas críticas a su gestión se han incrementado sobre todo por el ya famoso párrafo sobre las listas de espera y el periodo de reflexión del paciente ¿Cree realmente que estar en lista de espera es un período de reflexión para que el paciente piense si se opera o no?

--Ese párrafo es del año 2015. Entonces, qué han hecho desde entonces que no se han dado cuenta de que eso se ponía; y cómo son capaces de poner en mi boca algo que está en la introducción de un documento que es absolutamente técnico y que está recogido en informes nacionales, internacionales y en la literatura científica. Creo que en este momento interesaba desgastar la sanidad.

--¿Cree al menos que esa frase es desafortunada?

--Se ha utilizado de manera interesada. Yo jamás he dicho eso. Entre otras cosas, porque pertenezco a un gobierno socialista que no piensa eso, y que trabaja para combatir las listas de espera sin pensar eso. Otra cosa es que en un documento técnico, los técnicos del SES, en una introducción de un plan funcional que data del año 2015, pongan esa referencia. Pero lo que no tolero es que eso se ponga en mi boca y que digan que yo pienso así, porque si no no tendríamos los resultados en listas de espera, bajando un 30% las listas de espera, en un 50% la gente que estaba sin citar, y un 46% los pacientes que estaban fuera de garantía en los tiempos de respuesta.

--Entonces, ¿la sanidad está mejor ahora que cuando gobernaba el PP?

--Sin duda ninguna. Cuando gobernó el PP nunca llegamos al 6 en la nota, y ahora llegamos a un bien alto, y estamos consiguiendo que la ciudadanía valore de mejor forma la sanidad que tiene. Me siento orgulloso de que esto sea así.

--¿Por qué se mantiene ese texto tan polémico? ¿Realmente no se puede tocar al formar parte de la literatura científica?

--No lo voy a modificar, pero se pudiera modificar o no estamos ya en un segundo plan operativo de listas de espera que no dice nada de eso, que lo dijo el primer plan, este segundo plan no dice nada de eso. Pero yo no corrijo a los técnicos, eso lo pueden hacer otros gobiernos, probablemente el gobierno que me critica sí lo haría y modificaría los documentos técnicos, este gobierno no lo hace.

--¿Cuál es su objetivo en torno a las listas de espera?

--Las listas de espera están bajando semestre a semestre, y el objetivo es que al final de legislatura, las listas de espera estén como las dejamos cuando nos fuimos del gobierno en junio de 2011, sostenibles desde el punto de vista del tiempo que tienen que esperar los pacientes para operarse, para una consulta o para una prueba diagnóstica. Eran cifras muy sensatas. Había 6.000 pacientes que estaban fuera de garantía, que es asumible; y algo más de 60.000 pacientes en listas de espera, que es asumible.

--¿Entiende las quejas de quienes sufren las listas de espera?

--Claro. Soy el primero que pide disculpas por ello. Un gobierno socialista fue el que gestó y puso en marcha una ley tan garantista como la ley de tiempos de respuesta sanitaria. Y no solo les pido disculpas, sino que me comprometo a seguir reduciendo las listas de espera. Les entiendo perfectamente, entiendo que se desesperen y puedan plantear una reclamación. Pero les digo una cosa: La ley permite que acudan a la defensora de los usuarios del sistema sanitario extremeño para hacer valer sus derechos; pues en la última memoria hay un 27% menos de personas que han recurrido a la oficina de la defensora de los usuarios del sistema sanitario para hacer uso de esa ley de tiempos de respuesta.

--¿De la valoración de los usuarios con qué se queda, con el 9% por ciento que opinan que las listas de espera están mejor ahora, con el 30 por ciento que consideran que están peor, o con el 50% que dicen que están igual?

--Nadie puede estar contento mientras haya listas de espera que no puedan ser asumibles desde el punto de vista sanitario y social. Eso sí, las listas de espera son consustanciales a un sistema sanitario público que es de cobertura universal y que está financiado vía impuestos. Y eso lo tenemos que saber. Siempre habrá listas de espera. Nunca podremos erradicarlas completamente, pero nuestro objetivo es que las listas de espera sean sostenibles sanitaria y socialmente.

--¿Es suficiente con la ley de tiempos de respuesta o se hace necesario algo más?

--Tenemos el segundo plan operativo de listas de espera, con una inversión prevista de 20 millones de euros en dos anualidades, en el que vamos a trabajar sobre la oferta, la demanda; la eficiencia en las intervenciones quirúrgicas, en las consulta y en las pruebas diagnósticas. Seguro que va a acercarnos mucho a poder cumplir con la ley de tiempos de respuesta. Aun así, con esa ley podemos darnos por satisfechos porque, de oficio, el paciente lo puede hacer.

--¿Y cómo valora el hecho de que casi la mitad de los extremeños preguntados elegirían un centro sanitario privado para ser tratados?

--La sanidad privada en nuestra comunidad no está lo suficientemente desarrollada como para que en este momento sea una amenaza para la sanidad pública; ni siquiera la considero así. Yo soy consejero de la sanidad pública y de la privada, por tanto quiero una sanidad pública y privada excelentes. Mi convicción ideológica es una sanidad pública excelente, por tanto tengo que seguir trabajando para que cada vez sean más lo que quieran acudir a un centro sanitario público.

--¿Por qué hay esas diferencias tan grandes de un área de salud a otra? Por ejemplo el tiempo de espera en Cáceres es el doble que en otras zonas.

--El área de Cáceres está distorsionada en cuando a tiempos medios de espera, porque tiene un servicio de referencia regional, que es cirugía plástica, que sus tiempos medios de atención estaban muy por encima de lo que era deseable. Afortunadamente, ese tiempo medio está disminuyendo sustancialmente y los tiempos medios de espera para intervenciones quirúrgicas van a mejorar sustancialmente.

--¿Vivimos una escasez de médicos?

--No hay ninguna duda de que faltan especialistas, en toda España. Nos hacen falta especialistas en medicina de familia, pediatría, traumatología, anestesiología, dermatología y urología. Eso se puede combatir fidelizando a los profesionales residente en la comunidad extremeña. Este año hemos conseguido que el 90% de quienes terminan la especialidad de medicina de familia se queden aquí y un 80% de los que terminan el resto de especialidades se queden también con nosotros. Eso es un hecho muy significativo, porque Extremadura no es una de las comunidades más deseadas.

--El traspaso de las ambulancias ha sido polémico, hasta una comisión de investigación. ¿No se podría haber evitado? ¿Qué se ha hecho mal? ¿Cuando se va a solventar?

--Cualquier concurso de transporte sanitario terrestre genera problemas. Hace unos días vimos lo que pasó en el País Vasco, donde se quemaron 35 ambulancias; y en Castilla-La Mancha se han registrado incidencias durante tres meses. Aquí nos tenemos que felicitar porque hayan sido solo un par de semanas con incidencias, aunque han sido más de las deseables. ¿Es lógico que se critique eso? Creo que forma parte de la crítica de la oposición que ha habido. ¿Ha habido cosas extrañas? Mi grupo parlamentario, en un momento determinado, tuvo la duda razonable de que pudiese haber habido otras cosas que estuviesen enturbiando; sobre todo cuando se hizo un plante en la central de llamadas. Eso es un hecho constatable. Por eso, mi grupo parlamentario tenía sospechas fundadas de un cierto boicot, y se crea la comisión de investigación, en la que queremos ver si se produjo o no boicot durante esos días. Pero lo preocupante para mí es prestar el servicio de transporte sanitario terrestre con calidad, y hoy en día se está haciendo con normalidad.

--¿Cómo le gustaría encontrarse la sanidad extremeña cuando usted vuelva a trabajar en ella?

--Mejor que la dejé. Yo dejé un sistema sanitario con unas listas de espera muy abultadas. Yo soy médico de familia, y mis pacientes tenían que soportar muchas listas de espera para ser visto en las consultas de hospital, y eso creo que estamos consiguiéndolo. Me gustaría trabajar en un sistema sanitario donde la tecnología no fuera obsoleta; y donde hubiera un menteniemiento integral de los servicios; y me gustaría que quien asumiese la responsabilidad cuando yo esté trabajando en el sistema sanitario velase tanto por la seguridad de los pacientes como está velando el Gobierno actual.