Técnico. Apoyándose exclusivamente en datos. Ecléctico hasta el punto de que alguno de los presentes, luego en el coloquio, le criticó que no mencionara que la energía debe ser considerada también como un factor estratégico que redunde en el bienestar social. Así fue la conferencia que Josu Jon Imaz, el expresidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y ahora presidente de Petronor (la empresa vasca integrada en el grupo Repsol), impartió ayer en Cáceres, convocado por la Fundación Avance y Progreso, y cuyo título era "Energía y sostenibilidad".

Imaz previno a los asistentes de su desacuerdo con el enfoque que convierte "muchas veces la energía en ideología, incluso en teología. Cuando en realidad es un ámbito de apertura mental y de conocimiento".

Y bajo ese enfoque empezó y terminó su intervención con la misma idea: el mundo necesita "de todas la energías; no se puede permitir el lujo de prescindir de ninguna de ellas", porque solo con el concurso de todas se podrá hacer frente a los diversos desafíos que plantea el futuro: el de garantizar el suministro universal (algunas partes del planeta, como los 48 países subsaharianos tienen la misma potencia instalada que Holanda); el de incrementar un 40% la demanda en los próximos 20 años para cubrir las necesidades de los países emergentes, particularmente de China, con una tendencia a mantener altos los precios.

Imaz afirmó que es necesario "dar una pensada" sobre los 400 grupos nucleares existentes en el mundo, que aportan ahora el 8% de la energía total. "Si no se reponen, y técnicamente es posible, habrá un problema más de emisiones de CO2". El presidente de Petronor calificó el momento energético de Extremadura de "historia de un éxito, puesto que el 2,4% de la población y el 8% del territorio alberga el 38% de los proyectos de renovables".