Un joven de 18 años, Lorenzo Gil, falleció ayer y otros tres resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, tras un accidente de tráfico ocurrido a primera hora de la mañana de ayer en el kilómetro 3 de la carretera EX-313, que une la localidad pacense de Barcarrota con Táliga y Alconchel, cuando el coche en el que viajaban los jóvenes se ha salido de la vía por causas que no han sido facilitadas. Los cuatro, vecinos de Barcarrota, regresaban de pasar una noche de fiesta en Táliga cuando poco después de las siete de la mañana se produjo el suceso. Además del fallecido, los heridos tienen 17, 20 y 23 años, este último conducía el vehículo siniestrado. Con esta muerte, son ya 66 las víctimas en las carreteras extremeñas en lo que va de año.
Al parecer, a falta de la investigación del accidente, el conductor cogió mal la curva y se salió de la calzada colisionando con la cerca de una finca, dando varias vueltas de campana. De los tres heridos, el más grave sufre un trauma craneal y está en la UCI del hospital Infanta Cristina de Badajoz, donde también fueron trasladados los otros dos heridos, uno de 20 años con policontusiones, y el de 23 años con una fractura de la pierna derecha y una lesión en el tabique nasal. Ambos evolucionan favorablemente.
El cuerpo de Lorenzo Gil fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Badajoz, donde está previsto que hoy se le practique la autopsia. La familia espera poder trasladar sus restos en cuanto los forenses finalicen la autopsia a Barcarrota, donde desean darle hoy mismo sepultura.
El joven fallecido acababa de cumplir 18 años y pertenecía a una familia muy conocida en este municipio pacense. Era hijo único y tenía pensado iniciar unos estudios en una escuela taller de su pueblo, y el herido más grave iba a viajar ayer a Plasencia para comenzar sus estudios de Enfermería, según apuntó ayer el alcalde de Barcarrota, Santiago Cuadrado, que se desplazó a Badajoz para interesarse por el estado de los heridos y que ha decretado tres días de luto oficial.
Efectivos del centro de salud de Barcarrota y de Alconchel, así como una ambulancia convencional y una unidad medicalizada con base en Jerez de los Caballeros, se desplazaron hasta el lugar para atender a los heridos, varios de los cuales tuvieron que ser excarcelados del coche (el fallecido estaba fuera del mismo) por bomberos de esta localidad.
La madre del joven fallecido, María Teresa, tuvo que ser atendida en el centro de salud de Barcarrota por la fuerte conmoción que sufrió al conocer la noticia. La mujer, que recientemente había perdido a su madre, vivía sola con su único hijo en Barcarrota, ya que los hermanos de ésta residen en Badajoz.
El alcalde barcarroteño explicó que este suceso ha conmocionado a todo el pueblo, ya que se han visto afectadas cuatro familias muy conocidas. A pesar de la tragedia, la localidad se vio obligada ayer a celebrar I Ruta Ciclista Alberto Contador, porque ya estaban preparados los ciclistas. Al inicio de la prueba se guardó un minuto de silencio en memoria del chico fallecido.
SEPTIEMBRE NEGRO Con la de ayer, ya son 66 las muertes en las carreteras extremeñas en lo que va de año, 48 en la provincia de Badajoz (una decena de ellas en vías urbanas) y 18 en la de Cáceres. Las carreteras pacenses se han cobrado seis vidas más que hace un año por estas fechas. Por el contrario, en las cacereñas han fallecido nueve personas menos.
Lo cierto es que está siendo un mes de septiembre negro en siniestralidad vial, con diez personas fallecidas, siete de ellas el pasado día once en un accidente en la EX-336 en las inmediaciones de la localidad pacense de Oliva de Mérida, el más grave en las carreteras extremeñas en los últimos veinte años y que guarda similitud a este último accidente puesto que se produjo cuando unos jóvenes que volvían de una fiesta chocaron con otro vehículo. Cuatro días antes un hombre falleció en la carretera BA-055, a dos kilómetros de Corte de Peleas al chocar su coche con un tractor; y el día 20 otra persona murió en un choque frontal entre dos vehículos en la N-432, cerca de Zafra.
