Está claro, y a estas alturas ya nadie pone en duda que el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ha supuesto una auténtica revolución con la que mejorar la vida de todos los ciudadanos del mundo. Información, comunicación, trabajo en equipo desde lugares remotos... El uso de las TIC ha calado de tal forma en nuestra sociedad que a día de hoy sería casi impensable vivir, o trabajar sin ellas.

En este contexto, y teniendo en cuenta que cada vez somos más exigentes con el tipo de aplicaciones informáticas como solución a la automatización de cualquier idea que facilite nuestro trabajo o nuestro ocio, el Instituto de Educación Secundaria Maestro Juan Calero de Monesterio, trabaja en una iniciativa con la que despertar entre los jóvenes de este centro educativo su interés por la investigación y la innovación en el entorno de las Tecnologías de la Información.

Programa

El IES Maestro Juan Calero, a través de sus departamentos de Plástica y Visual y Tecnología, presentó ante la Administración regional un proyecto para la creación de aplicaciones destinadas a dispositivos móviles. El proyecto ha sido seleccionado y dotado con una partida de 1.500 euros con los que desarrollar las ideas que aporten los alumnos para su transformación en aplicaciones de teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos basados en la plataforma Arduino para la creación de prototipos fáciles de usar.

Tras la aprobación de este proyecto; que forma parte del Programa Escuelas de I+D+i, de las consejerías de Empleo, Empresa e Innovación, y de Educación y Cultura; el centro educativo hizo un llamamiento de participación entre sus alumnos, de entre los que se ha seleccionado a una decena de jóvenes estudiantes de Bachillerato y 4º de la ESO.

El equipo docente está formado por tres profesores. José Antonio Zambrano, profesor de Tecnología es el encargado de los conceptos relacionados con la robótica, la motorización y la plataforma Arduino. Flor Rodríguez, profesora de Plástica y Visual, se encarga de transmitir a los alumnos el inglés, como lenguaje universal de programación. Flor combina esta tarea con la de publicitar esta iniciativa a través de la edición de una página web o mediante la redacción de artículos con destino a revistas científicas. Juan Manuel Torrado, profesor de Plástica y Visual, es el tercer docente implicado en este proyecto. Su labor es la de impartir lenguajes de programación a nivel del desarrollo de aplicaciones.

El grupo de alumnos que de manera voluntaria se ha sumado a este proyecto desarrolla su actividad fuera de la jornada lectiva. La idea, explica Torrado, es que los estudiantes "colaboren de manera abierta". Para ello cuentan con diferente material didáctico sobre el que profundizar en esta materia, de tal forma que además de las dos horas semanales de preparación de proyectos conjuntos, puedan llevarse este material a casa y así elaborar las propuestas que después se abordan en común.

La colaboración es la esencia de este proyecto educativo, con lo que los organizadores pretenden que la iniciativa, más allá del grupo constituido para el desarrollo de esta experiencia, se abra al resto de la comunidad. Es decir, que el proyecto sirva para que el resto de los estudiantes de este centro se interese por la materia y puedan ser partícipes directos del desarrollo final de esta acción, también concebida para el fomento de las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo.

Recursos

Entre las ideas previstas, los profesores ya trabajan en el desarrollo de diferentes aplicaciones en materia visual, y artística, y otras incluso relacionadas con la robótica aplicada a la conducción de automóviles; aunque, matiza Juan Manuel Torrado, "todo esto está condicionado por las propuestas que vayan presentando los alumnos".

"Sería imposible llevar a cabo este tipo de proyecto sin aportaciones económicas adicionales". Juan Manuel Torrado explica que con el presupuesto ordinario del Instituto, "es impensable llevar a acabo este tipo de ideas". Es más, para el profesor de Plástica y Visual, la falta de medios condiciona la posibilidad de ofrecer este tipo de respuestas educativas a alumnos con alta capacitación en el horario lectivo habitual.

En este sentido, gracias al aporte presupuestario con el que está dotado el programa, el centro contará con una importante dotación bibliográfica, que quedará a disposición de todos aquellos alumnos que deseen adentrarse en los lenguajes de programación. Además, se adquirirá diferente material informático, que tras la finalización del proyecto tendrá como destino último el departamento de Tecnología.

Cuando acabe este curso escolar, todos los proyectos presentados por los treinta centros educativos que participan en este Programa de Escuelas I+D+i, serán valorados y examinados por un comité de evaluación. Antes serán presentados y compartidos por todos los grupos de los diferentes centros que participan del proyecto. A final de curso los alumnos expondrán el resultado de sus investigaciones, con la posibilidad de poder optar a diferentes premios.