"Me llevaba muy bien con él. Consideraba que era amigo mío y me confié". Juan Francisco Hernández, el Avileño , es una de las víctimas del presunto fraude cometido en la oficina de Banesto en Puebla de Obando. Asegura que se le concedieron dos préstamos --uno de 27.000 y otro de 17.000 euros-- que no solicitó. Del segundo de ellos ni siquiera llegó a ver el dinero. Además, de una de sus cuentas se volatilizaron 12.000 euros, que no sabe dónde fueron a parar. Igualmente, también ha detectado en ellas movimientos irregulares, con diferentes reintegros que niega haber realizado. "Se supone que estaba sacando dos mil euros en ventanilla el mismo día que estaba de romería en la Roca de la Sierra". También ha estado activa una tarjeta de crédito a su nombre sin que él tuviera conocimiento.

Este ganadero vive a caballo entre Avila, de donde es natural, y Villar del Rey. "Me ha vaciado mis cuentas de aquí y de Avila", afirma. Los problemas económicos le han obligado a vender más de un centenar de cabezas de vacuno de avileña negra ibérica. Y la cosa podía haber sido peor. "Muchas veces me decía: ´¿Por qué no vendes una casa y con el dinero que saques arreglamos esto´".