Globos, palomas y júbilo para el final. El tradicional encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría en la plaza Mayor cerró ayer la Semana Santa de Cáceres que, según el balance provisional de la Unión de Cofradías Penitenciales, ha concentrado más público y cofrades que años anteriores.

"El balance es muy positivo, tanto de público como de participación en los desfiles, aunque queda el sabor amargo de las procesiones que no han podido salir a la calle por la lluvia", valoró ayer a este diario el presidente del colectivo cofrade, Juan Narciso García Plata.

HECHOS PARA EL RECUERDO Lo cierto es que esta Semana Santa quedará en la memoria colectiva de los cacereños por tres hechos significativos. Uno, la suspensión de cinco desfiles por la lluvia, dos de ellos emblemáticos como el del Cristo de las Batallas o el Cristo Negro. "Se pudo compensar con actos dentro de los templos, pero es una tristeza", reconoció García Plata.

Otro de los hechos que harán inolvidable esta Semana Santa será la grabación que de ella han realizado las cámaras de tres unidades móviles. De casi 14 horas de filmación, saldrá una película de unos 90 minutos que dará contenido audiovisual al futuro Centro de Divulgación de la Semana Santa, que albergará la cripta de la iglesia de la Preciosa Sangre y que tiene prevista su apertura en septiembre. La suspensión de los 5 desfiles obligará a aportar material complementario sobre los mismos.

Por último, hay otro hecho, o más bien, una polémica, que quedará para el recuerdo: la provocada por la inasistencia a las procesiones del alcalde en funciones de Izquierda Unida, Santiago Pavón. "Ha sido un detalle sin más. Nosotros tuvimos que evidenciar la situación, pero ya está", concluyó ayer el presidente de la Unión de Cofradías que precisamente criticó la actitud del edil.

También podrían apuntarse otros aspectos, como el 50 aniversario de la cofradía de los Estudiantes; que la Pasión del 2008 era el punto de partida para conseguir esa anhelada declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional o el apreciable incremento del seguimiento de los desfiles en las calles de la ciudad.

Y eso porque, entre otras cosas y a pesar de la lluvia, se empezó y se terminó con sol. Afortunadamente esto hizo más llevadera ayer la espera en la plaza Mayor en medio de un frío invernal para contemplar el encuentro de los dos pasos de la cofradía de la Soledad y Santo Entierro, que se produjo poco antes de la una del mediodía. La última procesión, y con ella la Semana Santa, terminó en la ermita de la Soledad. Al año que viene, más.