El juez de Primera Instancia e Instrucción de Logrosán, Pedro Pablo Ruiz, sigue a la espera de recibir el informe oficial sobre el accidente del Eurofighter . El siniestro ocurrió el pasado jueves en la finca Valdepuercas, situada en el término municipal de Alía y de la que es propietario el empresario siderúrgico José María Aristrain.

Según confirmó a EL PERIODICO el mismo juez, la Comandancia de la Guardia Civil en Toledo, encargada de redactar el atestado, todavía no le había remitido ayer el documento en el que se recoge la versión oficial del suceso, y del que se podrían extraer los posibles responsabilidades penales del caso. La autoridad judicial aclaró que el atestado "está ahora en fase de redacción y que sólo se hará público en el caso de que no contenga ninguna información de carácter reservado". El juez no pudo precisar la fecha en la que recibirá este informe de la Guardia Civil.

SIN DAÑOS PERSONALES

El magistrado, que se acaba de incorporar a su nuevo destino en Logrosán hace escasas fechas, sí confirmó que no hay existido "daño personal alguno" tras la caída del prototipo de caza español en una zona, en la que ayer continuaban trabajando los técnicos de la empresa EADS-CASA, división española de la Compañía Europea de Aeronaútica y Defensa, junto a un grupo de investigación militar del ejército, con el fin de estudiar los restos del aparato. La Subdelegación del Gobierno en Cáceres aclaró que, a pesar de que el suceso ocurrió en el término municipal de Alía, la dirección de las labores de vigilancia corresponden a la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo y que la de Cáceres sólo ha realizado tareas de apoyo, con la participación de 20 miembros del instituto armado pertenecientes a la compañía de Trujillo, integrada por los cuarteles de Logrosán, Alía y Guadalupe.

Mientras tanto, la normalidad era ayer aparente en la finca donde ocurrió el suceso. A ninguno de los trabajadores de esta explotación cinegética le está permitido acercarse al lugar donde se encuentran los restos del avión, custodiado por numerosos efectivos de la Guardia Civil. Uno de los guardas pudo aclarar ayer "que la vivienda más cercana a la zona donde cayó el aparato se encuentra a más de 9 kilómetros y ha arrasado una zona de pinos, monte bajo y matorral".