El juzgado de instrucción número 4 de Badajoz ha decretado el ingreso en prisión de tres de los cinco detenidos por su participación en la red de inmigración ilegal de marroquís que operaba en la capital pacense y que fue desarticulada el pasado día 15 por la Policía Nacional. Otros dos detenidos se encuentran en libertad con cargos, cuatro han quedado en libertad y otros once serán expulsados del país por infracción de la ley de extranjería.

Los tres detenidos que se encuentran ya en el Centro Penitenciario de Badajoz son "los principales cabecillas de la red", según informó ayer la Policía Nacional. Uno de ellos es el jefe, un joven de 35 años, natural de Nouakchott (Mauritania), cuya identidad responde a las iniciales E. M. O. E. I., y los otros dos eran sus colaboradores.

A los detenidos se les acusa de pertenecer a una organización que se dedicó durante 5 años al tráfico ilegal de personas, para lo que cometieron falsedad documental y estafa, engañando a 400 inmigrantes procedentes de países árabes cobrándoles cantidades que ascendían hasta 6.000 euros, lo que les reportó un beneficio de 1.200.000 euros.

Esta organización, integrada principalmente por marroquís, introducía en España a ciudadanos de su misma nacionalidad falsificando documentos que les hacía pasar por saharauis.

Por su parte, la delegación del Pueblo Saharaui en Extremadura rehusó pronunciarse sobre este asunto, al considerar que le faltan elementos necesarios para emitir un juicio, aunque reconoció que "a nadie le gusta que empleen su identidad para cosas que no están bien".

Según el jefe de la Brigada Provincial de Extranjería, José Manuel Merino, la operación sigue abierta, por lo que se podrían producir nuevas detenciones.