A poco más de 24 horas para dejar el cargo tras 13 años como secretario general de CCOO de Extremadura, Julián Carretero considera que el sindicalismo y la socialdemocracia deben caminar hacia el pragmatismo, y advierte de que "el individualismo es un arma letal" para los intereses de los más débiles.

Afiliado a CCOO desde 1980, Carretero deja mañana la Secretaría General del sindicato mayoritario en Extremadura con la sensación de que "ya está". y de que inicia una etapa de "descanso" después de muchos años de "esfuerzo y responsabilidad".

El dirigente sindical ha desgranado la que ha sido la receta en su trabajo diario: "radical en las ideas, cuestionándome las cosas continuamente; riguroso en el análisis y pragmático en las soluciones".

A ello se suman tres ingredientes: "empeño", "responsabilidad" y "pasión". En todos estos años, además de los 12 que estuvo como secretario de Organización, siempre se llevó las preocupaciones e inquietudes del sindicato y de la sociedad a su casa para "seguir dándole vueltas, buscando soluciones..."

Carretero deja el timón del sindicato, pero no el barco, preocupado por muchas cosas: una crisis económica y de empleo que no termina de irse para miles de familias extremeñas, la pérdida del tejido industrial, el despoblamiento de la región, la huida de los jóvenes hacia otras regiones y la "pérdida del ejercicio de participación y de sentimiento colectivo" de la ciudadanía.

Este último apunte es en el que Carretero más de ha detenido durante la entrevista, pues considera "un error", "un mal de la sociedad", que el ciudadano, el vecino, el trabajador, haya dejado de participar activamente en la sociedad.

La comodidad ha llevado a ceder la soberanía a las entidades, a las organizaciones. A modo de ejemplo, cita el ámbito educativo, donde cada vez hay menos compromiso y participación en las AMPAS, y se deja todo en manos del profesor, de la dirección del centro; en definitiva, "al sistema".

Por ello, considera que es más necesario que nunca "el ejercicio de militancia, sea la que sea; el sentido de pertenencia a algo más común, más colectivo".

"El individualismo es un arma letal para los mas débiles", ha asegurado Carretero, que también se lleva en su mochila lo que ha denominado como "la peor tormenta que se nos avecina: la despoblación".

Con una densidad muy baja, unas previsiones de disminución de unos 50.000 habitantes en los próximos quince años y un 26 % de la población que tendrá más de 65 años, "Extremadura tendrá serios problemas para salir adelante".

En otro de sus bolsillos, Carretero se lleva la espina de un tejido industrial que atraviesa muchas dificultades. La mina de Aguablanca, Acorex, Grupo Herrera, Fuentecapala, Siderúrgica Balboa son algunos de los ejemplos.

"El tejido industrial es el que más cuesta de recuperar. Lo que ahora se ha destruido tardará años en recuperarse", ha lamentado Carretero.

Extremadura, que presenta la densidad empresarial más baja de España, necesita "empresas y empresarios, pero de verdad", de los que quieren ganar dinero y, a la vez, "generar un tejido de futuro para la región".

En este marco, ha expuesto que las políticas industriales y del tejido productivo deben ir encaminadas a incrementar el tamaño de las empresas, diversificar la producción e invertir en tecnología e innovación.

A nivel sindical, Carretero sostiene que es necesario que el sindicalismo siga reflexionando, así como la socialdemocracia, para volver a ser pragmática.

"No se entendería" la política de pensiones, la educativa y la sanitaria sin la participación de CCOO. "¡Qué hubiera sido de este país si, en plena crisis, no hubiéramos tenido un incipiente Estado de Bienestar!", ha exclamado.

"Uno pelea en democracia para resolver los problemas desde las instituciones, desde las leyes y desde los Gobiernos", pero sin dejar la calle, ha dicho.

Creyente de "una izquierda que le dé trigo a la gente", Carretero siempre ha entendido que los procesos de igualdad "se llevaran a través de las políticas públicas y con políticas fiscales adecuadas para repartir la riqueza".

Carretero, que se vuelca en elogios hacia su equipo, se va y no precisamente en un tren de alta velocidad, algo por lo que ha luchado.

"No hay nada que a Extremadura le pueda proporcionar un antes y un después tanto en lo económico como en lo social, como es el tren", ha defendido, de ahí que califique de hito la firma del Pacto por el Ferrocarril.

Reivindicativo y beligerante a la hora de exigir un tren del siglo XXI, Carretero ha advertido de que el proyecto ferroviario para Extremadura "no es un tren de alta velocidad". "Decir lo contrario es engañar", ha remarcado.

"El AVE -ha dicho- estuvo contemplado hasta 2013, pero la entonces ministra Ana Pastor y el expresidente José Antonio Mango se lo cargaron".

Sobre sus quehaceres futuros, Carretero no se cierra la puerta a nada. Tiene claro que dedicará tiempo a la Fundación de CCOO, no descarta la idea de trabajar en el seno confederal del sindicato y critica que se tilde de "puerta giratoria" el hecho de que un sindicalista pueda pasarse a la política activa.

"Yo he hecho política en todas las facetas de mi vida", ha añadido, a la vez que ha asegurado que no ha tenido ofrecimiento alguno desde el ámbito político y "no se me ha pasado por la cabeza". No obstante, "no me cierro la puerta a nada".