No hay plan de futuro para unión por autovía entre Cáceres y Badajoz. Está el proyecto y podría iniciarse la licitación de las obras para empezar a construirla, pero nada de eso entra en los planes de la Junta de Extremadura, que no contempla esta infraestructura desde hace años, no la prevé por el momento y no la sitúa en un escenario que no sea el de una economía boyante que no se da en la actualidad. La Administración regional cerró ayer el trámite administrativo de esta infraestructura con la publicación en el DOE de las resoluciones con las que se da fin al contrato con las empresas que se han encargado de redactar el proyecto de cada uno de los cuatro tramos en los que se dividió la posible autovía.

Con esos trámites lleva el proyecto una década, desde que el expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra decidiera en 2006 incluirla entre las infraestructuras de la Junta ante la reivindicación unánime de las corporaciones de Cáceres y Badajoz. Pero lo cierto es que nunca ha llegado a estar con un calendario firme sobre la mesa. Lo contempló Guillermo Fernández Vara en su primera legislatura e incluso se acordó con el Ministerio de Fomento una vía de financiación para ejecutarla entre 2010 y 2013. Pero los primeros coletazos de la crisis cambiaron los planes de la Ex-A4 entre Cáceres y Badajoz, que se fueron diluyendo y al final de ese mandato ni tan siquiera se había finalizado los proyectos de construcción. Concluyeron durante el mandato de José Antonio Monago, aunque ya entonces se descartaba por completo la ejecución del proyecto.

Lo que se ha hecho ahora por tanto es cerrar un trámite que quedaba pendiente, para terminar un proyecto que por el momento se quedará en el cajón.

El consejero de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura, José Luis Navarro, recalcó ayer que la conversión en autovía de la carretera Ex-100 que une Cáceres y Badajoz "no es una prioridad" en el mapa de infraestructuras regionales y no se prevé disponibilidad presupuestaria para iniciar las obras "ni para este año ni para el siguiente", recoge Europa Press.

Navarro recordó que estas empresas habían entregado sus trabajos a la Administración regional aunque "las obras no tienen fecha de ejecución" y que se decidió poner en marcha la redacción de los proyectos para cuando sea "posible" acometer las obras. En todo caso recordó que "hace más de cuatro año que no hay disponibilidad presupuestaria" para esta autovía porque "hay otras prioridades" en materia infraestructuras, como la ronda Sureste en Cáceres y la ronda Sur en Badajoz. Navarro solo abre la puerta a esta autovía cuando la evolución de la economía lo permita pero "a día de hoy no hay previsión de plazo".

POCOS VEHICULOS La tramitación del proyecto no ha sido una balsa de aceite. Las principales críticas han estado en los grupos ecologistas, que rechazan la actuación por su impacto sobre el entorno de la Sierra de San Pedro y la avifauna de la zona. Pero también expertos de la Uex se han posicionado en contra de convertir la Ex-100 en autovía señalando otros criterios, fundamentalmente que la afluencia de vehículos incumple los requisitos mínimos que exigen las directivas europeas para plantear la conversión de una carretera convencional en autovía. Exigen entre 8.000 y 10.000 vehículos al día y la Ex-100 ronda en estos momentos 3.500, un tercio. "Son flujos muy reducidos, propios de dos capitales de provincia que no tienen actividad industrial ni complementan sus productos", detalla Julián Mora Aliseda, profesor de Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura que recuerda que ya hay una conexión entre ambas capitales por autovía a través de Mérida.

Los grupos ecologistas rechazan también el proyecto por el impacto sobre la Sierra de San Pedro. "Carnívoros como el lince no podrían recuperar territorios y también afectaría a las rapaces", señalan desde Ecologistas en Acción, que abogarían por "mejorar los accesos de la Ex-100 en Cáceres y Badajoz" para absorber el flujo de vehículos que sí es elevado en ambos puntos y mantener el resto del trazado como ahora. En todo caso, por el momento nada alterará la fisonomía de la carretera entre Cáceres y Badajoz.