El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, confió ayer en alcanzar un «principio de acuerdo» con la oposición para que el borrador de los presupuestos autonómicos pueda llegar a la Asamblea en noviembre. Tras las quejas de PP, Podemos y Ciudadanos (Cs) por la lentitud de las negociaciones y la ausencia de propuestas concretas sobre el papel, Fernández Vara confirmó que la negociación entrará a partir de ahora en una nueva fase con el texto articulado de las cuentas y las partidas de ingresos y gastos encima de la mesa.

El líder del Ejecutivo agradeció la disposición al diálogo de los grupos parlamentarios y expresó su deseo de enviar a un texto a la Asamblea durante el próximo mes de noviembre, aunque insistió en que para ello es preciso al menos un «principio de acuerdo» que pueda completarse después con enmiendas parciales. Debido a las consecuencias del desafío catalán, Fernández Vara abogó por que todas las partes hagan «un esfuerzo especial de estabilidad», sin la intención de usar esto como «un chantaje hacia nadie». El líder del Ejecutivo quiso también destacar la imagen que se está dando en Extremadura, con estabilidad social y política desde el inicio de la legislatura, algo que consideró fundamental para atraer inversiones.

Sobre la negociación de los presupuestos también se pronunció ayer el presidente del PP, José Antonio Monago, que reiteró que «no hay avances» ni ningún calendario de reuniones fijado para los próximos días con la consejera de Hacienda, Pilar Blanco-Morales. A juicio de Monago, el Ejecutivo extremeño y Podemos son «como Pimpinela», ya que cada uno ofrece su versión de la reuniones que mantienen. Mientras, el PP trabaja con seriedad pero infructuosamente, ya que hasta la fecha no se les ha facilitado ningún documento sobre la estructura de las cuentas, informa Efe.

Con el PP (y también con Cs, que ayer se negó a reunirse más con la Junta si no hay propuestas sobre el papel), la principal discordancia se encuentra en el Impuesto de Sucesiones, que el partido de José Antonio Monago quiere bonificar al 99%. Podemos, al igual que la Junta, opta por mantenerlo aunque aplicando una simplificación.