La Consejería de Bienestar Social de la Junta ha aclarado que la Inspección de Centros de Mayores actuó de forma correcta en la evaluación realizada a la residencia Nuestra Señora de Sopetrán, en Jarandilla, donde recientemente se registró un brote de salmonelosis. Bienestar Social señala que el 21 de octubre se realizó una inspección en dicha residencia, enmarcada dentro de las que se realizan con periodicidad anual por parte del equipo de inspección y calidad a todos los centros de mayores.

De esta inspección se dedujeron varios aspectos a subsanar, entre los que se encuentra la falta de personal de atención directa de categoría Auxiliar de Enfermería. Sin embargo, el centro lo negó en los requerimientos efectuados y contestados en plazo.

LOS CONTRATOS Así, la consejería solicitó a la dirección, mediante otro requerimiento, los contratos de todos los trabajadores al considerar que no existía claridad suficiente en la justificación efectuada por la residencia, ya que no se diferencia de forma nítida entre la figura de limpiador y cuidador/auxiliar de enfermería. La dirección del centro de mayores aportó el citado documento, en el que, según indica la consejería, queda expuesto de manera expresa la categoría profesional de cada uno de los trabajadores.

"En ningún momento las carencias detectadas en la inspección justificarían el cierre inmediato de este centro, teniendo además en cuenta la colaboración y disposición del mismo en la aplicación de las medidas necesarias", añade la Junta, que marcó un plazo de entre uno y tres meses para subsanar la situación.