La Junta de Extremadura no apoyará la instalación de un cementerio nuclear en la región. Esta aseveración parte del portavoz parlamentario del PSOE, Luciano Fernández, quien también recordó la apuesta del Gobierno regional por las energías renovables e insistió que la posición del Ejecutivo extremeño es "inequívoca, firme y explícita".

La insistencia del portavoz socialista se debe al anuncio de Izquierda Unida de presentar mociones en los ayuntamientos y proposiciones en la Asamblea en contra de la instalación de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) por parte la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), ya que hace una semana las asociaciones Greenpeace y Adenex denunciaron la negociación de varios ayuntamientos cacereños (Mesas de Ibor, Serrejón, Higuera, Belvís de Monroy, Casas de Miravete, Millares y Casatejada) para albergar el cementerio nuclear. Por ello, Luciano Fernández instó a la coalición a "no perder el tiempo en esfuerzos inútiles".

MAYO DEL 2005 Para corroborar su afirmación, el diputado socialista se remontó a las declaraciones del 24 de mayo del 2005 efectuadas por la consejera Portavoz, Dolores Pallero, quien, gráficamente, anunció que la ubicación del cementerio nuclear en Extremadura sólo se realizaría "por encima de nuestro cadáver".

Además de rememorar las palabras de la consejera, el socialista recalcó que "no existe ningún proyecto de esas características y que, si existiera, el PSOE no lo apoyará. Debe quedar claro que si se intenta de nuevo, que no nos consta en absoluto, la posición de la Junta y el PSOE sería rotunda no a ese tipo de instalaciones en nuestra comunidad".

Apostilló que, la oposición se sube "al carro de la ecología", pero "llegan tarde" porque "las energías renovables en Extremadura son ya una realidad".

De hecho, Enresa declaró la semana pasada a este diario que, actualmente, no negocia con ningún pueblo porque, antes, se deben conocer las conclusiones de una comisión interministerial para determinar los requisitos que ha de cumplir el municipio que albergue las instalaciones.

Sin embargo, el periódico El País publicó el martes una información, en la que se comunicaba que el Gobierno central insertaría anuncios en prensa buscando localidades que deseen albergar el centro de residuos de alta radiactividad de las centrales nucleares, con una actividad de miles de años, ya que su emplazamiento debe conocerse el año que viene y estar preparado en tres años.

MESAS DE IBOR Y SERREJON Aunque Greenpeace y Adenex revelaron las negociaciones de Mesas de Ibor, el alcalde cacereño, Alfredo Romero, las negó, aunque declaró que, a título personal, no veía con malos ojos las instalaciones en su término municipal. Sin embargo, el edil de Serrejón, Gregorio González del Mazo, remitió un comunicado anunciando, categóricamente, que no existía ninguna intención de destinar suelo municipal para el cementerio nuclear.

No obstante, Enresa describe las ventajas del almacén. Según el gabinete de prensa, estes de instalaciones generan riqueza porque, durante la construcción, se crearían 300 puestos de trabajo y, posteriormente, el manejo de la planta implicaría la contratación de 110 trabajadores. Aparte, cuantifica el empleo indirecto y la atracción del centro tecnológico de investigadores y visitantes, nacionales y extranjeros, además de recibir 12 millones de euros al año.