Casas más pequeñas, que se puedan ampliar en el futuro, para poder pagar menos. Este es el objetivo de un nuevo tipo de viviendas protegidas que va a crear la Junta de Extremadura. Se trata de unifamiliares que deberán tener una superficie inicial mínima de 55 metros cuadrados y máxima de 75 metros pero podrán ampliarse hasta los 90 metros cuadrados (incluso más en caso de famlias numerosas o personas con discapacidad, entre otros), cuando los propietarios tengan esa necesidad y capacidad para hacerlo. Estas viviendas deberán construirse en parcelas que permitan una superficie útil de viviendas de 90 metros cuadrados, un garaje de 25 metros y un trastero de ocho metros cuadrados. El objetivo de la administración es que el precio final oscile entre los 50.000 y los 60.000 euros con garaje incluido una vez descontado el importe de la subvención.

Esta nueva modalidad está ideada para que «sea capaz de acomodarse al déficit de liquidez que para acceder a su primera vivienda padecen determinados colectivos en Extremadura, especialmente los jóvenes, y que sirva al mismo tiempo para atender las necesidades de espacio vital que sobrevengan en el futuro, sin que deba recurrirse por ello a un cambio de vivienda», recoge el borrador del decreto por el que se crea y regula la vivienda protegida ampliable. Este borrador está en fase de recibir alegaciones y sugerencias antes de ser aprobado.

ESTUDIO DE CAMPO/ Esta nueva versión de la vivienda protegida nace tras un estudio de los técnicos de la administración para hacer hogares más baratos y asequibles para la población. «Por nuestra experiencia, éramos conscientes de que aunque en esta legislatura habíamos recuperado la ayuda a la entrada para viviendas protegidas, aún así la gente no tenía capacidad de pago de hipotecas cuyos préstamos ascendían a 76.000 o 77.000 euros, que es por lo que viene saliendo una VPO», explica la secretaria general de Arquitectura, Vivienda y Políticas de Consumo, María Isabel Moreno Duque. Serán por tanto viviendas «bastante más asequibles que las del plan 60.000 que se iban en sus inicios a casi los 67.000 euros y que luego subieron», prosigue.

Y es que no solo han cambiado las posibilidades económicas de la población, sino también el modelo de familia. «Las parejas jóvenes ya no tienen cuatro ni cinco hijos y con dos dormitorios es para muchas suficiente para desarrollar su vida. Y luego a medida que incrementen sus posibilidades económicas tienen la posibilidad de ampliar esas viviendas». Esa ampliación no es posible ahora en la vivienda de protección oficial tradicional. «Si se modificaba, se reformaba, se transmitía a un tercero o se alquilaba, había que pedir una autorización a la Junta, siempre había una carga con la vivienda protegida, como una especie de servidumbre. ahora no será así, esta vivienda protegida se puede ampliar hasta los 90 metros, incluso más».

HIPOTECAS DE 200 EUROS/ La secretaria general señala además que han comprobado que existe «mucha demanda de nueva vivienda protegida en los entornos rurales, pero lo que no hay es capacidad económica para pagar cuotas hipotecarias de 400 o 500 euros». Por eso la intención es que las hipotecas de este nuevo tipo de vivienda ronden los 200 euros al mes. Los técnicos apuntan además que los jóvenes prefieren ocupar viviendas nuevas que adquirir aquellas vacías que ya están construidas para rehabilitar. «Es una pena, pero es una tipología de vivienda que no seduce a las familias más jóvenes», reconoce la secretaria general.

Aunque nace pensada especialmente para los jóvenes y para los entornos rurales, no existirán limitaciones ni de edad ni de población de un municipio. «Hay alcaldes interesados en estas viviendas para traer a matrimonios extremeños que residen fuera de la región pero que ya están jubilados y quieren volver al pueblo. Aprovechemos también esa oportunidad». En cuanto a la población, Moreno Duque reconoce que no hay límites y se podrían construir tanto en pequeños como en grandes municipios. Eso sí, se habla de pequeñas unifamiliares y no de pisos. «Y nada tiene que ver con los minipisos», advierte. De todas formas, será el promotor quien elija el proyecto de ejecución que más le convenga, teniendo en cuenta el suelo donde pretenda edificar.

AUTOPROMOCIÓN / Según el borrador del decreto, habrá dos posibilidades para tener una vivienda protegida ampliable: mediante las unidades o promociones que puedan construir promotores privados o la empresa pública Urbipexsa y que oscilarán entre los 55.000 y los 60.000 euros (IVA incluido), o bien acudir a la vía de la autopromoción, en cuyo caso la vivienda puede salir por 50.000 euros porque el importe máximo de la subvención pasa de 10.000 a 15.000 euros.

La secretaria general explica que llevará este decreto a la próxima mesa de trabajo abierta con las entidades financieras, aunque reconoce que ya lo ha tratado con algunos bancos y están a favor de este tipo de vivienda y dispuestas a facilitar el crédito. «En principio hay alcaldes interesados, mucha demanda, constructores ilusionados y esperando la entrada en vigor de este decreto y también está dispuesta la banca». La normativa recoge además que los ayuntamientos podrán fomentar la promoción de esta nueva modalidad de vivienda enajenando o incluso cediendo gratis la parcela para su construcción y aplicando una reducción de al menos el 50% en el impuesto de construcciones, instalaciones y obras.