La portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, ha negado que la impartición de religión islámica en centros educativosreligión islámica en centros educativos sostenidos con fondos públicos en la región suponga algún tipo de "agravio comparativo" respecto a otro tipo de enseñanza religiosa.

En este sentido, ha incidido en que la Administración autonómica tiene que "garantizar la igualdad de los ciudadanos respetando siempre las confesiones religiosas que cada uno individualmente quiera optar elegir, en este caso las familias de los alumnos y alumnas que estudian en los centros sostenidos con fondos públicos de la administración".

Tras negar a preguntas de los medios sobre la cuestión que exista "revuelo" al respecto, Gil Rosiña ha dicho que la Administración regional tiene la "obligación" de "poder proporcionar la libertad religiosa que los padres quieran tener, independientemente de cuál sea la confesión".

"Un agravio comparativo se produce cuando se incrementa un aspecto en detrimento de otro. En este caso no. En este caso lo que dice la administración educativa es que si al menos 10 alumnos que soliciten en algún centro sostenido con fondos públicos de Extremadura la religión islámica la administración tiene que estar en disposición de ordenarla, igual que lo ordena y está normalizada la impartición de clases de religión católica en las escuelas de Extremadura", ha dicho en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno de la Junta de este martes.

"Esa es la obligación de la administración: garantizar la igualdad de los ciudadanos respetando siempre las confesiones religiosas que cada uno individualmente quiera optar elegir, en este caso las familias de los alumnos y alumnas que estudian en los centros sostenidos con fondos públicos de la administración", ha concluido.