La portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, acusó ayer al líder del PP, José Antonio Monago, de «colgarse la medalla» y querer «reescribir la historia» en materia ferroviaria tras asegurar que el Talgo entre Badajoz y Madrid que Renfe quiere poner en servicio en 2018 y la base de mantenimiento de trenes que prevé abrir en Badajoz son fruto de sus gestiones con el Ministerio de Fomento.

«Si algo bueno hay con toda esta reivindicación del tren es que no es de los políticos, y las medallas probablmente tampoco, pues ya hay una reivindicación social en Extremadura por que las infraestructuras de esta región sean de otra manera», afirmó la portavoz, que se preguntó si Monago «quiere que los extremeños le den las gracias porque en verano se le ha ocurrido levantar el teléfono para pedir para Extremadura». Según Gil Rosiña, la Junta ya exigió «por escrito» a los responsables de Renfe la necesidad de cambiar los trenes y la reapertura de un taller en la reunión que tuvo lugar el pasado julio en Madrid a instancias del Pacto por el Ferrocarril firmado en la región.

Frente a estas críticas, la portavoz del PP en la Asamblea, Cristina Teniente, insistió ayer en que la situación del ferrocarril en Extremadura se combate peleando, pero también con «conversaciones con el ministerio, trasladando las reivindicaciones, los problemas, las demandas y las exigencias, que es lo que han hecho el PP y José Antonio Monago desde la absoluta lealtad institucional».

Por su parte, desde PSOE y Podemos abogan por seguir en la movilización. El portavoz socialista, Valentín García, criticó que Renfe se limite a ofrecer a la región trenes Talgo «de tercera o cuarta mano» y abrir un taller en Badajoz «para enganchar cables». El líder de Podemos, Álvaro Jaén, destacó «el ejemplo de movilización y el empujón que ha dado la ciudadanía» más allá de las reuniones y formalidades. Desde Ciudadanos instaron al ministerio a invertir en la región.