La Junta ha contestado a los sindicatos que anteayer anunciaron la ruptura de las negociaciones sobre mejoras laborales para los más de 20.000 empleados autonómicos, indicando que el sueldo no es el principal punto en el diálogo, sino que el Ejecutivo regional pretende ir más allá abordando aspectos como la disminución de la tasa de temporalidad hasta el 8%, la creación de mil empleos, la convocatoria anual de ofertas de empleo público y la agilización de los procesos de selección.

Respecto a las cuestiones salariales, el Gobierno autonómico asegura en un comunicado que, al margen de la subida genérica del 2,7%, se ha incorporado un 0,6% más como fondo adicional para prolongar en tres meses la contratación de los efectivos de lucha contra incendios.

Por tanto, se añade que "al incrementar las retribuciones de los funcionarios en un 2,7%, y emplear otro 0,6% para destinarlo al colectivo ya indicado de retenes, se sitúa la subida en el 3,3%, al menos igual, sino superior, a la fijada por el Estado".

Esta postura choca frontalmente con la de CCOO, UGT y CSI-CSIF, que exigen que se desvincule la ampliación de contratos a los retenes del acuerdo general de mejora de los salarios.

NO ROMPER LA PAZ SOCIAL

Por ello, desde el Ejecutivo regional se entiende que la oferta de acuerdo realizada a los sindicatos es adecuada y que "en ningún caso justificaría una posición de fuerza por su parte que altere la paz social que durante los últimos años ha venido presidiendo las relaciones entre la Junta y los interlocutores sociales".

Como argumento, se cita que desde 1999 el Ejecutivo regional ha suscrito acuerdos importantes en materia retributiva, como los de homologaciones salariales para distintos grupos de empleados públicos, que han supuesto sumar a los incrementos anuales de la Ley de Presupuestos una mejora importante en los sueldos de todo el colectivo.