La Junta sigue buscando un comprador para Monprint, la imprenta placentina participada por Sofiex que se declaró en quiebra hace unos meses, mientras supervisa la renegociación de la deuda de la cooperativa Caval, estimada en torno a unos 27 millones de euros. Así lo explicó ayer la vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Comercio e Innovación, Dolores Aguilar, que recalcó que el Gobierno regional no está vinculado a la sociedad cooperativista --más allá de su aportación en Fructálea--, si bien "siempre que se nos ha pedido, hemos estado con ellos".

Al respecto, Aguilar explicó que se ha supervisado el fin de la etapa anterior (plan de viabilidad, elección de una nueva junta...) y que ahora se está a la espera de la propuesta de las 17 entidades bancarias vinculadas a Caval, a las que pidió una propuesta "accesible, razonable y viable" antes del 1 de febrero. Es lo que confirma el presidente de Caval, Antonio Domínguez, que aseguró que al estar a la espera de esa sugerencia aún "no se ha aceptado el plan de viabilidad ni se ha rechazado", si bien espera que eso pueda ocurrir la próxima semana.

En cuanto a Monprint, la vicepresidenta segunda detalló que sigue abierta la búsqueda de un competidor para la reactivación de la fábrica, lo que, teniendo en cuenta la calidad de su equipamiento, consideró que "no será difícil", si bien, dada la crisis, tampoco puede aparecer "de un día para otro".