Extremadura quiere demostrar tolerancia cero con el tráfico de mujeres. Con este objetivo, el Gobierno extremeño se ha planteado desarrollar este año un plan de choque para poner freno a la "esclavitud sexual" de muchas mujeres que se ven obligadas a ejercer la prostitución mediante la coacción, la violencia, la amenaza o el engaño. En los tres primeros meses del año, 51 personas han sido detenidas en la comunidad por delitos vinculados con la inmigración ilegal y la prostitución.

Esta iniciativa tiene como base el proyecto de colaboración puesto en marcha entre el Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex) y la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) y que culminará con un seminario internacional que abra el debate y permita avanzar en el problema que afecta a estas mujeres."El negocio sexual es un fenómeno que está adquiriendo dimensiones alarmantes en Europa y en nuestro país. La proliferación de esta nueva forma de esclavitud es un motivo de preocupación en el que hay que ponerse a trabajar", asegura Josefa Caraballo, directora del Imex.

BASE DEL PROYECTO En ese sentido, el seminario pretende ser la base de un proyecto de cooperación con países latinoamericanos y del Este --principales lugares de origen de mujeres que ejercen la prostitución--, en el que se pretende involucrar a las organizaciones no gubernamentales extremeñas que operan en estas zonas a través del programa de Cooperación al Desarrollo que lleva a cabo la Junta.

"Queremos conocer la realidad de estas mujeres y porqué acaban en este mundo. Por eso queremos establecer lazos de colaboración con los Gobiernos de sus respectivos países, informar de la realidad social y económica en España antes de emprender esta aventura. Y en ese ámbito pueden realizar un papel muy importante las ONG extremeñas que trabajan sobre el terreno".

Según los últimos datos de la Guardia Civil, en Extremadura hay unos 44 clubs de alterne en los que cerca de 600 mujeres ejercen la prostitución y de las que más de la mitad son de origen extranjero. Las mujeres expuestas a este negocio tienen una edad entre los 18 y 45 años.

Muchas de ellas son víctimas de las mafias internacionales que las reclutan con promesas laborales falsas. Al llegar a España, les retiran la documentación y son obligadas a prostituirse bajo la amenaza de atentar contra ellas o su familia, así como con la posibilidad de denunciar a las autoridades su situación de ilegalidad en el país.

PRIMEROS PASOS Desde hace dos años, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida esta llevando a cabo en Extremadura un trabajo de campo que posibilite elaborar una radiografía de la prostitución en la comunidad. "Es un trabajo muy difícil, salimos a buscarlas, a contactar con ellas, pero en este mundo hay mucho miedo porque es un sector poblacional muy desfavorecido y en el que se genera mucha violencia", asegura una de las responsables del proyecto en la región extremeña.

Durante este periodo, la asociación ha podido establecer contactos con casi un centenar de mujeres explotadas sexualmente, "aunque están sometidas a un movimiento permanente entre los clubs, lo que dificulta que los contactos perduren y que nuestra ayuda pueda llegar a ser más efectiva".

Más de cuatro millones de personas son desplazadas cada año, según las estimaciones de Naciones Unidas, para ser prostituidas por redes de traficantes internacionales. El tráfico de seres humanos mueve anualmente más de cinco billones de euros en todo el mundo.

Entre las principales demandas de las prostitutas, éstas se interesan por cómo poder regularizar su situación, mejorar la atención sanitaria o cómo poder acceder a prestaciones sociales en el que caso de que logren abandonar la actividad.