La Junta de Extremadura va a plantear al Gobierno central y a los sindicatos una reconversión agraria que sacaría del campo a unas 40.000 personas, según los datos ofrecidos ayer por el consejero de Economía y Trabajo, Manuel Amigo. En principio el proyecto es bien visto tanto por las organizaciones agrarias como por Comisiones Obreras, mientras que UGT considera que los objetivos marcados "no son realistas ni positivos".

Manuel Amigo avanzó ayer que la reconversión agraria prevista por el Ejecutivo extremeño prevé "a largo plazo" reducir el índice de afiliación al Régimen Especial Agrario del actual 14% al 5 ó 6%, lo que "sería un éxito". En la práctica esto supondría reducir en unos 40.000 los afiliados extremeños al Reass.

El consejero señaló que en el Consejo de Gobierno Extraordinario de Hervás se elaboró un paquete de medidas que pretende reducir el "peso excesivo" que el sector primario tiene en el mercado laboral, informa Ep.

MEDIDAS CONCRETAS Para ello se aplicarán medidas como la concesión de primas de reestructuración y un plan de jubilaciones anticipadas para los trabajadores eventuales. Además, se pondrá en marcha un programa de formación en actividades alternativas, se impulsará la creación de pequeñas entidades empresariales en zonas rurales y se mejorarán los incentivos para facilitar el relevo generacional.

La organizaciones agrarias ven con buenos ojos estas propuestas, que a su juicio pueden tener resultado "porque actualmente hay mucha población envejecida en el sector". Aún así, piden prudencia a la hora de aplicar estas medidas porque el sector agrario "sigue siendo muy importante en la economía extremeña". Asimismo, destacan el hecho de que todas las iniciativas sean de carácter voluntario para el agricultor y que se favorezca el acceso de los jóvenes al campo.

También se mostró a favor el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, que recordó que lo anunciado "responde a una petición sindical". "Es fundamental para la economía extremeña", añadió, por lo que ahora habrá que abrir un proceso de diálogo sindical.

El más crítico fue el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, para quien la argumentación de Amigo "parte de unas hipótesis que no son realistas en cuanto al escenario final". En este sentido, señaló que no es "razonable ni posible" pretender que el sector agrario sólo cree el 5% del empleo regional, "porque se generarían muchos problemas".

Los estudios que ha llevado a cabo UGT en este sentido señalan que lo ideal es que ese peso del campo se estabilice en torno al 9%, con la salida de unas 24.000 personas del sector en un plazo de entre 5 y 6 años. De ellos 13.000 abandonarían el campo gracias a la apuesta por las prejubilaciones y otros 6.000 por la caída normal de la mano de obra agraria. Los 5.000 restantes se absorberían "a través de un sobreesfuerzo y de inversiones en el sector servicios y en la agroindustria". Así, dijo, "las cifras sí nos encajan".