La Junta de Extremadura ha comenzado a repartir entre sus empleados públicos un total de 7.500 guías, de las más de 180.000 que distribuirá entre la población fumadora en general, para ayudarles a dejar de fumar, con el objetivo de reducir la tasa de adictos al tabaco, que actualmente se encuentra en torno al 34% en la región, y al 32% en el caso de los empleados de la Administración general.

Se trata de una guía editada por las consejerías de Presidencia y de Sanidad y Consumo, titulada Claves para librarse del tabaco. Cómo dejar de fumar , presentada ayer por el director general de la Función Pública, Pío Cárdenas, acompañado por el director general de Formación, Diego Mostazo, y el secretario técnico de Drogodependencias, Carlos Martín Araujo.

Cárdenas relató que la Junta es "conciente de la dificultad que supone dejar de fumar, y en este proceso no queremos que los empleados públicos se encuentren solos", y de ahí la decisión de poner a su disposición una serie de instrumentos para lograr este hábito.

El proceso comenzó con el reparto de 25.000 dípticos en el que se apostaba por la creación de espacios limpios, saludables, sin humo, y ahora se completa con esta guía para dejar de fumar, que según explicó Cárdenas, tiene el mismo contenido de las que están distribuyendo distintos organismos o entidades del resto de España.

Avanzó que a finales de febrero se van a habilitar una serie de líneas telefónicas atendidas por personal sanitario al que podrán llamar las personas en proceso de deshabituación tabáquica para plantear sus dudas. Otra iniciativa es habilitar talleres de actividades con estrategias para dejar de fumar.

Otro dato "preocupante" es que el 27% de los chicos entre 14 y 18 años son fumadores, el 37% en el caso de las chicas.