Los cinco municipios extremeños situados en el entorno de la presa portuguesa de Alqueva contarán con un plan común de ordenación del territorio, que permita un desarrollo urbano de cara a la explotación turística de toda la zona ribereña.

Así lo aseguró ayer el vicepresidente de la Junta de Extremadura, Ignacio Sánchez Amor, que junto con el presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Javier Corominas, mantuvieron una reunión con los alcaldes de Alconchel, Cheles, Olivenza, Táliga y Villanueva del Fresno.

El director del equipo redactor de este plan de ordenación del territorio, José María Eguiriaga, presentó a los alcaldes las líneas generales del proyecto, que se calcula que podría estar aprobado en el primer semestre del 2005, en caso de todos los municipios están de acuerdo.

Según relató Sánchez Amor, la presa de Alqueva inundó 3.500 hectáreas de territorio español, lo que la Junta de Extremadura consideró "no sólo una ocupación del agua sino una oportunidad de desarrollo", aunque aclaró que todo este desarrollo territorial que se realice debe hacerse en conexión con lo que realice Portugal en su zona.

El desarrollo "no puede dejarse a criterio de cuatro planes municipales distintos, sino que la idea de la Junta es hacer un plan de ordenación del territorio de toda la zona ribereña", un plan que se presentó ayer, y que a partir de ahora contará con un periodo de exposición al público de dos meses. Este plan se ha hecho para hacer frente a la "posible presión especulativa".