Alrededor de 7.000 personas llenaron ayer la plaza de España de Villanueva de la Serena, para presenciar un año más el emotivo encuentro entre la Virgen de la Aurora y su hijo, el Resucitado. Fue sobre las 9.15 horas cuando los villanovenses vivieron el encuentro más emotivo de toda su Semana Santa.

Entre las novedades de este año, la nueva corona que estrenaba la Virgen, ya que la antigua fue robada en su ermita el pasado año. También se repartieron miles de pañuelos blancos y azules de forma gratuita entre los asistentes.

Con más de una hora de antelación, la plaza comenzó a llenarse y a medida que se acercaban las nueve de la mañana, no cabía ni un alfiler en el lugar. Algunos llevaban, incluso, banquetas y escaleras para no perderse ni un instante del emocionante encuentro. Minutos antes de la carrera los cuatro afortunados de este año, que llevarían corriendo a la Virgen al encuentro de su hijo, se mostraban algo nerviosos, aunque había quien repetía por segundo año, Diego Remedios. Los demás, Alberto García, Luis Ramos y Alberto Gonzalo Pérez, se mostraban también muy entusiasmados. Sin embargo, este año la suerte no volvería a elegir a una mujer para correr en el encuentro, como ya sucediera por primera vez en el 2009.

Sobre las nueve, aparecía el pendón de la Virgen por la Plaza de España portado por su hermano mayor, Juan Vicente Manchado, y acompañado por sus hermanos, que regresaban de la capilla del Resucitado a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción donde esperaba La Carrerita . Minutos después, sobre las 9.15 horas, aparecía a la altura de la escultura de Pedro de Valdivia el Cristo Resucitado, que fue recibido por los presentes entre aplausos, y desde donde esperaría a su madre.

Fue entonces cuando el pendón de la Virgen de la Aurora hizo su primera aparición en la plaza y los villanovenses comenzaron a aclamar a la Virgen. Tras unos intensos minutos, volvía a aparecer por segunda vez, y los presentes comenzaron a contener la respiración, faltaban sólo unos segundos y la Virgen saldría al encuentro del Resucitado. Poco después, aparecía por tercera vez el pendón y La Aurora asomaba por la puerta de San Pedro a la plaza. Tras ver a su hijo, comenzó a correr a su encuentro, dando inicio La Carrerita .

Fueron escasos los segundos en los que transcurrió la carrera, pero muy intensos y emocionantes, hasta que La Aurora llegó a la altura del Resucitado y comenzaron a bailar felices al estar de nuevo juntos. Fue entonces cuando miles de personas empezaron a gritar ¡Viva la Virgen de la Aurora!, ¡Viva el Resucitado!, ¡Viva la Carrerita!, y se soltaron al ritmo de la música y los aplausos miles de serpentinas de colores.

Después, con la banda municipal de música comenzó la procesión por las calles de la ciudad, seguida de sus más fieles devotos, hasta que madre e hijo regresaron cada uno de nuevo a sus parroquias.

Esta mañana, tras dos meses en Villanueva, la Virgen de la Aurora regresa a su ermita. A las nueve sale desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en dirección a la parroquia de San Francisco de Asís, donde los villanovenses despiden a la Virgen cantando la Salve. Desde este punto la comitiva se dirige al camino de Pontezuela, para llegar hasta la ermita, celebrándose después la Eucaristía y el ya tradicional día de jira, que pone fin un año más a la Semana Santa villanovense.