Se llama real decreto 14/2012, son apenas de 8 folios, pero afecta a cientos de personas que tienen nombres y apellidos. Es el texto impuesto en abril por el Gobierno central que marca los principales recortes en el ámbito educativo, a los que se suman otras decisiones de la Junta para racionalizar el gasto público, y cuyas repercusiones sufren profesores, padres y estudiantes que forman parte del sistema. Un sistema que en la región engloba a 200.000 estudiantes más sus familias y más de 15.000 docentes. ¿Cómo están viviendo tras los recortes? Varios de ellos cuentan a este diario su situación. En general, los colegios de Primaria e Infantil apenas están notando sus efectos en cuanto al aumento de ratios y supresión de profesorado. Pero más acusados son los perjuicios a partir de Secundaria: clases que superan los 36 alumnos, estudiantes que no pueden cursar la rama de Bachillerato deseada por falta de plazas, cientos de interinos menos --al menos 800 según los sindicatos--, más horas lectivas para el profesorado, bajas sin cubrir, menos unidades de atención a las necesidades educativas especiales, precios más altos en la universidad --especialmente en segundas y terceras matrículas--, supresión de las ayudas al transporte para enseñanzas postobligatorias, endurecimiento de las becas, menos dinero en ayudas para libros,...

Estos han sido algunos de los motivos por los que cientos de estudiantes extremeños, especialmente de enseñanzas medias, no han asistido a clase durante varios días la semana pasada, y es el flanco de las críticas de los sindicatos educativos que consiguieron reunir en la calle a más de 12.000 personas el pasado 22 de mayo en una manifestación educativa sin precedentes en la región. Por estos recortes se ha reactivado también la Plataforma Extremeña por la Educación Pública y continuarán las movilizaciones a lo largo de todo el curso.